menucito

Narrativa: Los secretarios del Tíbet


por Antolín

Llevo 15 años en la orden de secretarios jurídicos del Himalaya. A veces pienso tanto en mi trabajo que olvido quién soy. Los juzgados están repartidos por toda la zona, Qomolangm, Jiemayangzong, Zanskar. Andamos varios días y cubrimos distancias enormes para asistir tan sólo a 2 o 3 juzgados por año.
Serpenteamos por las cumbres nevadas y las cornisas rocosas. Algunos tramos vamos en ponis, y cuando estos caen de cansancio seguimos a pie. Los nativos, a veces, nos asisten en la mitad de la noche, nos dan agua y comida caliente para continuar.
Durante el día en el Convento de Kinnaur, las monjas se sumergen en la plegaria, en el ayuno y las acciones piadosas. Desde temprano recorren sus huertos y observan su germinación con alegría, bajo el sol. Se arrodillan sobre el centeno y nos encomiendan a la Virgen de la montaña.
Durante la noche se oyen los tambores de los salvajes. Cuando paren sabremos que uno de nosotros habrá muerto. Nos detendremos un instante al oír el silencio y continuaremos nuestra misión. No tenemos tiempo que perder .Una mala entrega o incumplimiento sería una mancha en nuestro expediente. Me lo recuerdo cien veces al día. Quiero seguir la línea de mis ancestros: modestos, valientes y educados.
Por mi parte, hace años que partí, trabajando a las órdenes del viejo Dr. Lhagba Cering, un buen hombre, longevo y sabio, muy respetado en el ámbito jurídico. Es posible que hoy a su larga edad haya muerto. No quiero ni pensar en esa posibilidad. Estaría haciendo en vano mis tareas. Los juicios tardan años y quizás yo mismo no llegue a sobrevivirlos. Perezco enfermo y he adelgazado mucho.
No podemos esconder la montaña, ni que el viento deje de soplar, ni que la atmósfera sea más limpia. Nuestra única alegría es la época de la floración de la nieve. Entonces es el único momento en que nos detenemos a contemplar el espectáculo. Perdida en la montaña, al amparo de la roca, crece esa extraña flor.

[Sobre el autor] 

Antolín (Andrés Olgiatti) nació en Salta en 1983. Vive en la ciudad de La Plata donde codirige la librería y galería de arte “ISLA”. Como poeta ha editado en algunas editoriales independientes como Belleza y Felicidad y Ediciones Chapitas. Como cantautor es parte del sello discográfico plantense LAPTRA y autor de los discos “Diarios íntimos del futuro”, “Jóvenes y eternos” y “En vivo desde la casa del árbol”. Desde el 2010 lleva adelante el proyecto editorial de poesía contemporánea “Un ninja sin capucha es un poeta”. 


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Micro-excursiones: Juan Terranova

[Micro-excursiones] es un cuestionario que va en busca de escritores, con el fin de conocer sus ficciones personales. Es una adaptación, algo transgredida, del cuestionario Proust. Las preguntas son simples e impersonales, pero a la vez pretenden ser un disparador. Es el primer cuestionario en donde las preguntas no importan. El merito y la inventiva corre por cuenta de los escritores.

[Autosemblanza

Mi nombre es Juan Terranova. Me dedico a la crítica literaria y sus derivados. Trabajo en el Centro de Estudios Contemporáneos. Dirijo Revista Tónica. Mi último libro es de relatos y se llama Instrucciones para dar el gran batacazo intelectual argentino. Salió en papel por Reina Negra, una editorial de La Plata, y se puede descargar gratis en formato digital de acá.

[Micro-excursiones]

1. ¿Qué condiciones se tienen que dar para que empieces a escribir?
Tengo que tener Internet. Me siento desnudo y con frío si no tengo Internet.

2. ¿Cuál es tu héroe o antihéroe de ficción favorito?
Nippur de Lagash.

3. ¿Qué talento desearías tener?
El talento del dinero.

4. ¿Cuál es tu posesión más atesorada?
Una frase que una vez escribió Anne Enright: “Sólo un escritor muy malo piensa que su libro es muy bueno”.

5. ¿Cuál es para vos la manifestación más clara de la miseria?
Un editor que no lee. Un escritor que no escribe. Un periodista promedio.

6. ¿Cuál es la cualidad que aprecias más en una mujer?
“A la mujer cuando es buena no hay plata con qué pagarle, pero cuando sale mala, no hay palo con qué pegarle” cantaba Alfredo Zitarrosa, un hombre de la cultura.


7. ¿Cuál es la cualidad que aprecias más en un hombre?
Que entienda en toda su dimensión la poesía de Electric Retard.

8. ¿Cuál es habitualmente tu estado mental?
Entre la concentración productiva y la dispersión total.

9. ¿Cuál es tu idea de felicidad?
Que no me hinchen las pelotas.

10. ¿Cuál es tu mayor miedo?
El gran componente de azar que hay en el mal.

11. ¿Cuándo y dónde fuiste más feliz?
Nadando con mi hija los veranos que pasé con ella.

12. ¿Qué libro que hayas leído te hubiera gustado escribirlo vos?
Digo tres: El asesino de chanchos de Luciano Lamberti. Ema, la cautiva de César Aira.Operación Masotta de Carlos Correas.

13. ¿Cuál es el peor libro de la última década?
Hay varios peores. Muy pero muy mala es El buen salvaje, la biografía que sacó Sudamericana sobre Guillermo Moreno. Ese libro también me habría gustado escribirlo a mí, pero lo habría hecho seguro un poco mejor, porque peor es imposible.

14. ¿Qué texto (cuento, libro o nota periodistica) no volverías a publicar? ¿Por qué?
El pornógrafo. Está quedando muy viejo, no lo terminé bien, le faltó horno, le faltó negatividad.El bailarín de tango tampoco me parece gran cosa, aunque está un poco mejor. A Lejos de Berlín le faltó corrección, mucha corrección. Juan Sasturain y Ricardo Romero, sus editores, se portaron mal conmigo. Les pasé un borrador porque me apuraban y publicaron eso sin que lo viera un corrector ni dejandome verlo a mí. Les deseo a ambos que se mueran de SIDA. A El vampiro argentino que salió en España también le faltó un poco de trabajo, sobre todo con el malo que me quedó duro, medio Robocop.

15. ¿Qué disco te hace sonreír?
Mingus 5 de Charles Mingus.

16. Si sufrimos un ataque de Godzila y tenés la oportunidad de salvar de sus garras a una banda o músico, ¿a quién salvarías?
Salvaría al cadáver de Spinetta y roería sus huesos secos buscando inspiración. Y salvaría a Natalie Imbruglia para repoblar la tierra. Eros y Tanatos hasta el el último minuto del apocalipsis.

18. Si después de muerto volvés convertido en zombie ¿a quién morderías primero?
Contagiaría a mi amigo socialista Francisco “Gogui” Marzioni y después iríamos golpeando juntos las puertas de todos ustedes. Seríamos Don Quijote y Sancho Panza zombie.

19. En tu última obra ¿encontraste la palabra justa para decir lo que querías?
No, pero las palabras injustas también sirven.

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Facebook: juan.terranova
Twitter: @juanterranova

Visuales: Ezq


[Sobre el autor] 

Ezq, le gusta decir que estudia Letras y Cine. Saca fotos, escribe guiones e intenta organizar al pueblo para derrocar al estado. Organiza y participa de diferentes actividades en la Sala Alberdi.

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El Diablo Sabe


El cielo se llenó de estrellas
como una copa de vino azul

Dios nos canta su canción
como a pequeños bebés
que duermen sonriendo

Mudo mudras
desde el oriente
al poniente

Mudo mudras
invisibles en el silencio

Mudo piel
serpiente de mi cuerpo

Donde vuelas?
hacia el horizonte de los sueños?

Algo azul brilla
detrás de las colinas

El diablo lo sabe
por viejo

Linkoteca: Otro cielo, Revista literaria on line


[Sumario]

Entrevista a César Aira

Minirepo a Rodolfo Santullo

Cuentos de

Rodolfo Santullo
Ramiro Sanchiz
Mario Lamique
Rodrigo Rodriguez
Orlando Monsalve
Roberto Paladino
Matias Paparamborda


[Más sobre Otro cielo]

Juanito y su lombriz mágica


por Iván Hirschhorn

by Nuchylee
..........Juanito era un niño feliz, dicharachero, un soñador futbolista de campito, era un nene muy bueno, ayudaba a su mamá a amasar los ñoquis del veintinueve y se pasaba largas horas en el taller mecánico con su papá y su tío Pepe, observando como les daban a las tuercas, a los mates, las facturas y las charlas de hombres sobre fútbol o política y, estando con ellos, se sentía más grande y canchero. Juanito era un niño feliz, dicharachero, y lo que más quería más que nada en todo el mundo era su granja de lombrices, las cuidaba, las alimentaba con cáscaras de papa, las regaba, les ponía moñitos y les contaba cuentitos de lombrices cuando se acostaban. Eran maravillosas, cómo Juanito además de dicharachero y picarón era un alumno muy aplicado (y un experto en lombrices), sabía que estos seres invertebrados eran lo que se llama hermafrodita, o sea, eran varón y mujer al mismo tiempo, entonces les puso nombres cómo Cholo Teresa, Claudia José, Rosa Raúl o Marcos Vanesa, pero a algunas que tenían cara más de varón o de nena les elegía lo que iban a ser. Era la comuna de lombrices más felices del universo. Hacían desfiles para celebrar los lunes, los mártes y los miércoles, el resto de los días producían humus y a la noche volvían a sus cuevitas a ver tele.

.......... Un mártes de fiesta la comarca se vio revolucionada por el nacimiento de una larva plateada, que apenas llegada anunció a su pueblo “El amor es lo mais bonito que puede sucederos, gracias por existir lombrices” Nadie lo podía creer, Supamá (así se les dice a los progenitores en lombriz) le dijo “Oh, capullito de luna, yo no te merezco, soy solo un simple obrerito”, a lo que el reciente contestose “Tu, al igual que tu maravilloso pueblo, eres un obrero, un obrero del amor a Dios”. La lombrizada enloqueció de júbilo ante el advenimiento de tan buen presagio, el líder político de una era de paz, que gobernaría con buen corazón y guiaría a su especie al nirvana.

...........Juanito pasó esa mañana en la escuela, volvía muy contento porque traía cómo ingrediente especial para el jolgorio miguitas de buñuelo que juntó abajo del banco de un compañero. La iban a pasar bomba. Cuando llegó le pidió a su mamá cinco litros de chocolatada, fue hasta el latón de la colonia y se las sirvió en chapitas de gaseosa. Pero las lombrices estaban en otra cosa, no aparecían. Pidió permiso en idioma lombriz e hizo un huequito para enterarse de qué pasaba y ahí las encontró, como hipnotizadas, reverenciando y sirviendo a la lombriz plateada. La pequeña larvita sentada en su trono de cáscara de papa, prometía sensación revolucionaria, paz y belleza eterna, aniquilación del enemigo hasta las últimas consecuencias . Luego se percató de que alguien le observaba y exclamó vigorosito “Oh, tu debes ser Juanito, el que convida maravillas y de la colonia cuida, en nombre del amor te agradezco tus gestos de buena bondad. Yo soy Larvita Pichín, quiero ser tu amiguito y hacerte sentir bonito” y luego aconsejó a sus amigas las lombrices organizaran una gran celebración a la altura de tan dichosa ocasión.

...........Y así comenzó la hermosa fiesta que nadie habría de olvidar nunca jamás de los jamases, con miguitas de buñuelo y chocolatada, en el latón iluminado por antorchas. Las lombrices bailaron extasiadas al compás de la música tecno.

..........En un momento ya descontrolado de la conga, la larvita cariñosa le dice a Juanito “Vení, Juanito, vení. Que te voy a contar un secretito”, Juanito la levanta de su trono de cáscara con su habitual desenfado y la deposita sobre su hombro para escuchar mejor lo que le quería decir su nueva amiguita. Y la larvita chiquitita le dice “Bssssss, bsssss amorcito, bsss por siempre bssss bssss tu y yo”. Juanito no entendía nada, entonces le dijo “vení más cerquita, larvita amorosa y buenita, vení más cerquita que no te escucho”. La larvita se mete en su oído y le dice “Yo te quiero mucho larguirucho, pero es momento de morir”. “Bueno dale” le dice Juanito y luego lo piensa dos veces y dice “¿Eh?, morir no es divertido”. Pero era demasiado tarde, la larvita ya se había metido en su cerebro y depositado millones de huevesillos. Luego le dijo “morir puede ser divertido” y lo obligó a vaciar veinte litros de kerosén en el latón de sus amigas.

..........Y ese fue el final de la colonia y de la corta vida de Juanito. Lo que nos deja como enseñanza que los líderes populistas no siempre son tan buenos cómo parecen, y que sus regímenes no tardan en adquirir características sanguinarias.

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¿El ocaso del libro?


El futuro del libro. Un debate que comenzó hace rato. 

Por Nadia Sol Caramella


Las cosas cambian, es sabido. La tecnología es una pieza fundamental de la cotidianidad, funciona casi como una extensión de nuestro cuerpo. Y con el paso del tiempo, irá mediatizando, aún más, nuestra relación con el mundo. Hace tiempo que la experiencia se aleja de la humanidad. La vida se vive a través de los espejos como en Alicia, vamos creando realidades mediadas por otras entidades, que tienen sus propias reglas y relaciones con el poder y la hegemonía. La tecnología cambia nuestra forma de mirar y percibir. 

El acceso a la cultura también cambia. Uno de los grandes afectados por el avance tecnológico es el libro. Pasaron más de cinco mil años antes de que algún otro dispositivo le hiciera frente. El libro ha jugado un papel fundamental en la difusión de información de la cultura y la historia de la humanidad. La aparición de Internet y  la información digital, está haciendo tambalear al libro tal como lo conocemos, en formato de códice y letras de tinta impresas sobre papel. 

La pregunta es inminente, ¿estamos presenciando su ocaso? 

La tecnología ha creado nuevos soportes electrónicos, que mantienen la estructura del libro tradicional y el pacto de lectura en apariencia es el mismo. Si nos topamos con un e-book podríamos pasar de hoja como lo hacíamos con el libro-códice. Esta hibridación, entre lo viejo y lo nuevo, es típica de los cambios en los dispositivos de difusión de información. Pensemos en el pasaje del vinilo al cd, hay ciertas pautas que se mantuvieron, las tapas, las contratapas, la forma circular, entre otras características. Sólo mejoró el tamaño, se podían llevan más cds en la mochila, o en un reproductor personal. Pero la evolución del disco siguió hasta nuestros días, con el surgimiento del mp3, que permite llevar gran parte de nuestra discoteca en un aparatito que apenas ocupa la palma de una mano. Sin mencionar la aparición del iPod que reproduce canciones y videos.

La tecnología cambia hasta nuestros hábitos de lectura. Se debe a que en el acto de leer encontramos la evolución de los soportes electrónicos. La creciente aceptación de las plataformas multimedia que ofrecen servicios en la red y que favorecen la interacción entre comunidades de individuos que comparten afinidades lectoras; ha cambiado el lugar del lector, que en esta nueva era se comporta como un usuario, que toma la palabra y comparte sus gustos e intereses. Algo que antes se encontraba en espacios de lectura, bares, bibliotecas y encuentros literarios. 

Diferentes enfoques, invitan a reflexionar sobre las tendencias transformadoras que necesariamente están teniendo lugar en el seno del libro. El semiólogo José Luís Fernández  sostiene que “los cambios en la lectura son 'operativos': comodidad, acceso, manipulación. Mientras la letra sea de tipografía regular, los cambios son, por decir así, 'externos' a la lectura”. La tecnología no agregaría nuevos sentidos a lo enunciado en cada texto. En cambio, su colega, el semiólogo Carlos Scolari en su “Teoría de la semiótica de la interfaz”, sostiene que todo nuevo medio: e-book mantiene las interfaces del viejo medio: libro clásico, porque las interfaces no desaparecen, sólo se transforman. Pero para interpretar este tipo de afirmaciones será necesario revisar brevemente el concepto de “interfaz”: un espacio de interacción entre lo real y lo virtual, un ambiente de traducción entre los usuarios y la maquina. En otras palabras, cualquier intercambio comunicativo forma parte del universo de la interfaz. Es decir  que un mismo texto genera distintos sentidos en distintos medios. Como consecuencia, el tipo de soporte incide en la interpretación del texto, en su lectura. 

En otro plano, los avances tecnológicos han influenciado directamente en el mercado editorial. “El número de libros autopublicados  en EE UU se elevó de 500.000 a 3,2 millones el año pasado” afirmó Edward Nawotka - director de Publishing Perspectives- en la jornada: “Nuevas formas de lectura: un nuevo lector y negocio para un nuevo siglo" organizada en el año 2011 por la Asociación Nacional de Editores de Libros y Material de Enseñanza de España. Es evidente que la tecnología acerca cultura y la hace más accesible. Los medios digitales alientan la escritura, difusión y venta de libros, así como la lectura, mediante la formación de inteligencias colectivas y la descarga de libros en forma gratuita. Pero dependerá de nuestra sociedad permitir ese acceso o no. Esta cuestión ha sido tema de un debate intenso que se viene dando en el mundo desde la aparición de los medios digitales. En ese ámbito surge la dicotomía: copyright vs copyleft. 

El año pasado se debatió canon digital en nuestro país. Algunos a favor otros en contra, lo cierto es que la cultura debería ser de dominio publico, pero la propiedad privada es una moda que no se vuelve anticuada y sigue restringiendo de la cultura a los más desprotegidos. Pero eso es materia de otro gran debate, del cual no escaparemos, porque es pura actualidad.  

La posibilidad de auto-edición mediante el uso de programas de edición y la digitalización de libros han debilitado de alguna manera al mercado editorial. Abriendo las puertas de un nuevo paradigma: la autoedición, y la figura de un escritor independiente. Pero, las grandes compañías y los monopolios no se dejan vencer tan fácilmente, por esta razón están adaptándose, generando libros digitales, utilizando la web y hasta las redes sociales para vender sus productos y promocionarlos. 

Retomando la pregunta inicial ¿estamos frente al ocaso del libro? Según José Luís Fernández “es evidente que el lugar del libro como soporte material de la cultura masiva se está perdiendo. La clave es si los e-books se adaptan a la arena de la playa y compiten en la distribución y lectura de best-sellers, en ese caso se convertirían cultura masiva.” 

Como lo hicieron Internet y la televisión en el pasado, los e-books y el libro clásico convergerán en algún punto. Ningún soporte o medio muere del todo, sólo se transforma. El ocaso, si es que existe, no lo veremos en esta generación, pasaran muchos años antes de que el libro muera. Hay algo del tacto y de la experiencia, que vuelve al libro un elemento necesario en un pacto entre la vida y la lectura. Los fetichistas de los libros, los que tienen sus bibliotecas abarrotadas de historias y metáforas sabrán de lo que hablo: el olor de un libro enciende en la erótica del estar siendo día a día, hay algo vital en todo eso.  Pero aun así, seremos testigos de las transformaciones del libro en la era de la hipertecnología. 

Linkoteca: Gorda!



[Más sobre el zine]

"Un zine que no busca aceptación ni agrado", se trata de una creación de Laura Contreras, realizado en base a discusiones e intercambios que se vienen generando en los márgenes del activismo queer y de la diversidad. Esta publicación ha tenido repercusiones radiales en Barcelona y sus textos han sido traducidos al ingles y al italiano. 

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La virgen cabeza, el icono de la Villa


Por Leandro Rossi

Alguien me contó que esta novela está incluida entre las lecturas de un curso sobre literatura peronista. Si se encuadra dentro de una producción literaria sobre el peronismo o no, de eso no estoy seguro. Tal vez, pueda ser el resultado del gobierno de un líder carismático, o hasta la decadencia de una forma de gobierno. Pero, sin lugar a dudas, la novela es de una atracción intensa. Cleopatra, una travesti que puede comunicarse con la virgen, predica en El Poso; una villa asentada en Buenos Aires. Quity, periodista de una formación académica fuerte, demuestra sus conocimientos literarios en una experiencia atractiva dentro de la villa, involucrándose con la “hermana” Cleopatra, consigue la historia periodística del año.

El título pone en juego una serie de imágenes simbólicas: la virgen y los “cabezas”. La expresión cabecita negra comienza a usarse a partir del peronismo. Creo que la temática de esta novela gira entorno a la experiencia de vida en un lugar marginal, pero desde la literatura. La experiencia en la villa es el tema fundamental de la novela. Todo un mundo se desarrolla en ese topos que existe, pero que muchos ignoramos cómo funciona. La relación con la figura religiosa de la virgen pone en juego muchos conceptos que tienen que ver con un principio fundamental de la religión: hacer creer. El opio de los pueblos se usa como un conducto de integración en la villa, que debería promover el cambio. O si no es el cambio, una integración a ese modelo religioso comunitario. La propuesta no es hacer de la villa un alter de la sociedad, sino una parte más. La virgen también es cabeza, y tiene sus propios feligreses: Prostitutas, taxi boy, chongos, travestís. Ellos también creen y son parte de la estructura religiosa de una sociedad. Maria, el icono fundamental, tiene su propio formato cultural; está reificada a la manera de la villa; tiene un leguaje coloquial pero también la lírica sobreprotectora de cualquier imagen de la virgen María.  Las plegarias, el alcohol y el sexo, son las características fundantes de esa divinidad y de sus seguidores. La virgen y los villeros tienen mucho en común hasta la falta de voz. En una entrevista para Página 12 la autora afirma que “La Virgen es un personaje muy lateral en la historia evangélica y en la historia bíblica. La Iglesia le empezó a rendir culto oficialmente unos siglos después de constituirse como tal. No forma parte de la Santísima Trinidad, no es Dios, sino un objeto suyo: su incubadora. No tiene voz, no dice nada en todos los evangelios, excepto alguna huevada, como el momento en que le pide a Cristo que les dé bola a ella y a sus otros hijos y él le responde que todos son sus hermanos, y prácticamente la ignora. Es una mujer sin voz en la historia de los Evangelios, y me parece que una mujer sin voz es una oprimida, y sin duda tiene que estar del lado de los oprimidos.”

La virgen cabeza, es un relato en el que la marginalidad aparece en su máxima expresión. Es la puesta en abismo de una realidad ignorada. Pero también una esperanza donde lo diverso y la mezcla entre una alta y una baja sociedad, se sale de las sujeciones sociales. Gabriela Cabezón Cámara está destacando el posible poder de la religión, pero de una religión muy particular, para generar un cambio entre los sujetos sociales.  

Quemando Palabras




Las palabras hieren
como filo de facas

Ojos japoneses
hierba china

Cenizas negras
del humo dulce

Se queman las palabras
con el fuego de la risa

Buen día las 3 marías
las hembras de la alegría

Floricienta floripondia
la princesa jipona
alucina en la siesta

Pide pan no le dan
pide un queso le dan sexo

El profeta de la calle
consulta el oráculo del "tetra"

Poesía: Martín Emilio Rosana


[462]
J0yce

los punks sentados en la vereda
cansados y sucios
en partes iguales
son el microcaos
del macrocaos.

no podemos ser
todo lo que queremos ser
pero intentar
es el nombre de la canción.

reflejo borroso
de un discurso horrible
desmoralizante
y desodorante.

los punks consumiendo
cuero y drogas y tachas.

eternos adolescentes tontos
presos de su ignorancia
y de nuestra ignorancia
temerosos del destino
que se llama domingo
que se llama lunes.

las pibas punks siempre
siempre consumiendo
pidiendo plata
comprando cerveza
pobres punks
pobres pibas punks.

los punks mandan
a las pibas punks
a pedir plata
para la birra.

los he visto hacerlo,
infectados de chauvinismo proxeneta
las mandan, y su utopía igualitaria
se les va al diablo,
los punks son tan horribles

como el resto de los terrícolas.

[442]

Pon tus manos en la coyuntura
de mi cráneo y ábreme con tus garras
la tapa de los sesos.

párteme al medio como una nuez
juega con mi cerebro
exponlo al sol.

quiero que se velen los recuerdos
que se revelen los secretos
y los rebeldes también
que se rebelen.

sopla tu poesía en mi calavera
quizás así los hemisferios
se amiguen.

quizás así los truenos
sean sólo truenos.

Pon tus manos sobre mis hombros
y mantenme sentado en la silla
 mientras realizas la operación.

Hazla rápido, de una vez,
hazme olvidar de quien soy
quítame estos campos de maíz
quítame el trigo
quítame a mi mismo
de mi mismo.

Y cuando estés por terminar
cuando entre sutura y sutura
ya estés por cerrar
deja caer adentro mío
sólo este verso de canción:

Dios es parte hombre
y en parte león.


[Sobre el autor]

Martín Emilio Rosana es un joven poeta nacido el 23 de septiembre de 1989 en el barrio porteño de Floresta.  
Ya desde pequeño entro en contacto con la literatura y descubrió su vocación, gracias a sus padres que lo incentivaron en la lectura, y en otra gran parte debido a su paso por el Instituto Vocacional de Arte "Manuel José de Labarden". Realizó sus estudios secundarios en la escuela técnica "Fernando Fader" y actualmente cursa las carreras de Edición y Filosofía en la Universidad de Buenos Aires.

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Releyendo el Aleph, en busca de Beatriz


Una mínima aproximación a una narración fundamental.

Por Nadia Sol Caramella

Hay algo de inefable en el pasado. El relato de Borges pone en evidencia la búsqueda de un tiempo perdido, pero no ausente, porque aunque el pasado intente ser corrompido, de una manera u otra, siempre vuelve. Hacer memoria implica reconstruir las grietas del pasado; edificar el recuerdo. La casa de la calle Garay, no es otra cosa que el espacio de la memoria: el presente de Beatriz, emergiendo de los rincones del hogar; la huella impoluta, que permanece latente a pesar de los años. Beatriz y la vivienda vendrían a ser dos caras de la misma moneda. Carlos Argentino Daneri adjetiva a su casa como “inveterada”, este adjetivo tiene dos acepciones: antigua y arraigada, de alguna manera el espacio familiar está arraigado en la interioridad estos dos personajes, se trata de un sentimiento vital y entrañable. Para Borges, personaje/narrador, visitar ese domicilio, durante catorce años, es una forma de recuperar a Beatriz, o de retenerla, en un intento de vencer el paso del tiempo, que todo lo erosiona. Daneri, en cambio, necesita de la casa, para terminar su poema. Ambos tienen mucho que perder con la demolición de la vivienda.

Recordar, implica elaborar y ordenar lo vivido, ubicarlo en un tiempo y espacio. El lenguaje funciona como ordenador, permite acceder al recuerdo con cierta distancia crítica, pero al mismo tiempo lo condiciona. Todo aquello experimentado queda en la intimidad del sujeto y al momento de exteriorizarlo, la experiencia se enfrenta a la narración. El testimonio de lo acontecido no es la experiencia en si, sino un hecho mediado por la palabra y esto produce una apertura a un mundo de interpretaciones posibles. El lenguaje no se anula frente al recuerdo, al contrario, se  manifiesta en su máxima contradicción: la distancia, ese vacío irremediable, entre las palabras y  las cosas. Por eso Borges etiqueta el centro de su relato como “inefable”, hay algo de indecible en lo vivido, se trata de un experiencia mágica, ficcional, y ahí está el yeite de este escritor magnífico, advertir que a pesar de sus intentos magistrales de escritura, mucho de lo ocurrido escapará al entendimiento del lector.  Esta imposibilidad de describir el Aleph, ese punto en el espacio que contiene  todos los puntos, se la atribuye a la linealidad de lenguaje. Borges escribe: “Lo que vieron mis ojos fue simultáneo: lo que transcribiré sucesivo, porque el lenguaje lo es”.

Por otra parte, el autor siente desconfianza de su memoria, teme no recordarlo  todo, por eso trata a su memoria de “temerosa”. Lo incomunicable, lo intratable de la realidad experimentada por el protagonista, hace de lo intransmisible un recurso literario que le sirve a la ficción. La historia se reconstruye desde una subjetividad, este giro subjetivo, produce un efecto interesante, las circunstancias se reproducen desde una sola perspectiva, que hace del suceso algo mucho más trascendental, inabarcable y mágico.

Particularmente creo que este cuento se trata de una búsqueda que emerge de la imperiosa necesidad de mantener un recuerdo intacto, lo máximo que se pueda.  Para ello es fundamental la casa, una suerte de memorial de la vida de Beatriz Viterbo. Y Borges narrador/protagonista, sabe como nadie del imposible al que se enfrenta. Igualmente asegura con palabras de fuego: “Cambiará el universo pero yo no, pensé con melancólica vanidad; alguna vez, lo sé, mi vana devoción la había exasperado; muerta, yo podía consagrarme a su memoria, sin esperanza, pero también sin humillación.”

Se había consagrado a su memoria, a recordarla como de lugar. Cambiaría el mundo entero, pero él no. Sin embargo, el tiempo es impiadoso con los hombres y tiene la capacidad de transformar una actitud amorosa y heroica en una simple obstinación de un excéntrico, que no se resigna al olvido. El tiempo todo lo modifica. En este sentido, el final será devastador.

En una parte de la narración el protagonista se encuentra en una habitación abarrotada de fotos de Beatriz, acá la fotografía en apariencia sirve de herramienta nemotécnica. A través de esas imágenes, el narrador intenta  mostrarnos, en el recorrido de una sola mirada, toda una vida. Sin embargo, todos los artificios dignos de la fotografía, no nos devuelven al sujeto, sino una imagen a la que Borges le atribuye una serie de significaciones. Lo que vemos ahí es cómo una vida puede apreciarse en una serie de momentos captados por la cámara, lo que en definitiva produce un efecto de inconexión entre esas fotos, es decir entre esas representaciones de la vida. La historia personal pasa a ser un conjunto de anécdotas, de partículas aisladas, ya no una continuidad biográfica. Sin embargo, la memoria hace de la fotografía un acto de redención, de rescate. Y aun así, sólo cuando se puede reconocer a la mujer del retrato, la memoria logra su cometido. Pero, cuando el tiempo comienza erosionar aquello que los sentidos habían captado y la imagen se vuelve extraña, se abre un abismo, el de la perdida irreparable: “No podía vernos nadie; en una desesperación de ternura me aproximé al retrato y le dije: Beatriz, Beatriz Elena, Beatriz Elena Viterbo, Beatriz querida, Beatriz perdida para siempre, soy yo, soy Borges”. Habían transcurrido casi catorce años, algo iba a cambiar, contradiciendo un poco aquel deseo borgiano: “Cambiará el universo pero yo no”. En ese arrebato de ternura, el personaje reconoció su derrota al buscar el reconocimiento de la mujer del retrato, el olvido había jugado su juego con ambos. Algo empieza cambiar en la mirada. Esa antigua promesa de consagrarse a la memoria de Beatriz Viterbo se hacía añicos. El tiempo impiadoso había realizado su mejor labor y no se compadeció de aquel hombre. No había caminos, porque el camino que conducía a todos los caminos comenzaba a desgajarse en sus narices. Beatriz se perdía para siempre.

Me queda una última cuestión: el Aleph. Borges se sirve de un artificio literario para vencer los avatares y las limitaciones del tiempo. El Aleph no es otra cosa que la memoria de todas las memorias, y lo que aquellos hombres vieron, en una sola contemplación, es la historia de la humanidad entera, ubicada en un punto del espacio. La venganza de la ficción borgeana.


Poesía: Leonel Alesis



Matt Leyen















[The factory]

Hagamos una película juntos

Trae la cámara y filmemos nuestras

líquidas imaginaciones animadas

en sueños divididos

Tesoros perennes de carácteres humanos



Hagamos un libro juntos

Tan sólo siéntate y escribe

lo que realmente crees

Es verdad si lo dices en serio

Es irrebatible

Clandestinamente público



Hagamos algo

Pintemos algo

Extiende cualquier cosa sobre el suelo

y trae colores

semen sangre comida

químicos

Cualquier cosa que manche el mundo

Cualquier cosa que deje marca sirve

si lo que queremos es dejar una marca

no en el mundo sino en lo que hagamos

con el alma con el cuerpo con objetos



Golpeemos tachos

al unísono y entonemos arriba

tribales jams vocálicas

si lo que queremos es ser escuchados

Con ímpetu entonces

Deja el cuerpo en ello



Si dejas el cuerpo en ello

será indiscutible

pues tendrá sentido

Serás Dios un rato

por un minuto o dos

hasta lo próximo que hagas


[Sobre el autor]

Leonel Alesis, es escritor y músico. Vive en Campana, Buenos Aires. Lleva 23 años de vida sobre ese suelo y escribe desde que tiene memoria.

[Contacto]

Humor gráfico: Horacio Petre


[Le hace el juego a la derecha]



[Naturaleza muerta]


[Redes sociales]



[La imaginación al poder]



[Imperialismos]





[Contacto del autor]