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Linkoteca: Transatlántica, última poesía española y nicaragüense




[Del prólogo de Maynor Xavier Cruz]

Escritores de aquí y de allá. De allá y de aquí. Distintas formas de ver el mundo, o de crear mundos alternos a éste, que no sabe que también nosotros lo inventamos cada día y damos sentido a esta pelota flotante desde el mismo día que abrimos los ojos y empezamos a ver las formas, descubriendo que eran algo extraordinario, atractivo y hasta terrible, pues todo carecía de sentido y significado mismo.
La mayoría de los autores aquí presentados son jóvenes menores de los treinta años, a excepción de Rafael Mitre y Jasmina Caballero, quienes son mayores, y que la mayoría de nosotros alguna vez leímos, porque tienen buena trayectoria en este oficio de las letras y ya su nombre es referencia en las ciudades que nacieron y por las formas tan bien trabajadas de escribir. Su poesía es fresca, para ser leída en todos los tiempos, ya sea en la fecha que lo crearon o dentro de cincuenta años. Todos estos poemas son la carta de presentación ante ustedes, y la de ustedes ante nosotros.
De lo que sí estoy seguro es que somos gotas del mismo océano, y en escribir somos tan distintos y tan iguales al saber que la única forma de comunicarnos con el resto es con aquello que creamos. Esos Frankenstein-poemas a quienes les decimos: “¡Vive! ¡Vive!”
Esperamos que los lazos de amistad sean más grandes, y algún día no muy lejano encontrarnos, vernos a los ojos y decir: “Es un placer conocerlo, he leído algunas de sus obras”. Todo puede suceder. Y para mientras, por favor, sigamos pariendo más poemas, que los caníbales lectores están con ganas de devorarlos. Y esta batalla no termina hasta que uno de los dos resulte vencedor. O el otro muera. Por ahora somos muchos en ambos bandos, y seguiremos creciendo…

[Sobre la publicación]

"Transatlántica", una muestra de poesía actual española y nicaragüense, coordinada por Adriana Bañares y Maynor Xavier Cruz. La plaquette está ilustrada con tintas de Valle Camacho Matute. Autores: Francis Massiel Martínez, Maynor Xavier Cruz, José López Vázquez, Manuel Membreño, Ricardo Ríos García, Rafael Mitre, Rafael Zeledón y Jasmina Caballero (Nicaragua) Eva R. Picazo, Martín Bezanilla Cobo, Isabel Tejada, Layla Martinez, Cristian Piné, Ana Cuaresma Nalda y Sara R. Gallardo (España)

Poesía: Nina Catalano

Pomegranate Pattern Art Print

by Georgiana Paraschiv


Uruguay

En Uruguay me di cuenta de dos cosas:
me fascinan el río y los balcones.
El mundo podría reducirse a eso
el río de la plata arrasa con todo,
deja sólo algunos pedazos de tierra
y  los arquitectos construyen balcones,
dos o tres pisos
y nosotros nos sentamos a mirar.
El cielo en Uruguay es rosa y naranja.
Las personas casi no caminan,
más bien se deslizan por las veredas
con ropas livianas en tonos claros
y felices.
Para mí es como un paraíso.
La música siempre es hermosa
y todavía hay verano en Marzo.
Me deprime volver
y entrar en mi PH
planta baja y al fondo
sin  río ni balcón
apenas con un patio sin sol
y el mar como consuelo.

Piriápolis

la ciudad de los jubilados
y de una ínfima parte con arena antes del mar
un lugar que no íbamos a conocer
porque el itinerario nos llevaba a otro lado.
Me dormí muchas siestas ahí
en un hotel vacío y lindo
de colchones finitos como las calles
y también me desperté varias veces
escuchando conversaciones ajenas
de novios y de mucamas
que podría haber participado
sino fuera porque tuve tanto sueño

mientras estuve ahí.

[Sobre la autora]

NinaMaría Agustina Catalano, 1990. Estudiante de Letras y poeta malplatense, trabaja en la Universidad de esa ciudad y escribe poesía en su blog

Micro-excursiones: Músculo!

[Micro-excursiones]es un cuestionario que va en busca de músicos y compositores, con el fin de conocer sus ficciones personales. Es una adaptación, algo transgredida, del cuestionario Proust. Las preguntas son simples e impersonales, pero a la vez pretenden ser un disparador. Es el primer cuestionario en donde las preguntas no importan. El mérito y la inventiva corre por cuenta de los músicos.

[Mini-Bio o Auto-semblanza]

Selección natural cover artMúsculo! debutan a principios de 2012, En febrero de ese mismo año presentan una maqueta con sus 3 primeros temas al concurso Proyecto Demo quedando semifinalistas. Desde entonces han estado presentando su directo en diversos escenarios, fueron el grupo invitado en la gira gallega de Schwarz en 2013.
Ahora publican su primer trabajo, Selección Natural, cuatro temas cargados de fuerza y rabia que no dejan indiferente allá por donde pasan.

1. ¿Qué condiciones se tienen que dar para que empiecen a componer?
Ninguna en especial. A partir de una idea, que puede ser de tan sólo un par de segundos, cada uno suelta su creatividad.

2. ¿Cuál es su héroe o antihéroe de ficción favorito?
Walter White, héroe y antihéroe en la misma serie

3. ¿Qué talento desearían tener?
La puntualidad no estaría mal.

4. ¿Cuál es su posesión más atesorada?
Todo nuestro equipo (instrumentos y aparatos) con el que hacemos y deshacemos nuestras canciones.

5. ¿Cuál es para ustedes la manifestación más clara de la miseria?
Sin  lugar a dudas, la política actual

6. ¿Cuál es la cualidad que aprecian más en los seres humanos?
Amistad, lealtad, sinceridad.

7. ¿Cuál es habitualmente su estado mental?
Una lucha constante entre la realidad y la huida a otro mundos
  
8. ¿Cuál es su idea de felicidad?
Poder vivir de la música de una manera digna y honesta

9. ¿Cuál es su mayor miedo?
El final, la caída

10. ¿Cuándo y dónde fueron más feliz?
En cualquier concierto en el que el público esté disfrutando. Realmente son momentos muy felices.

11. ¿Qué canción que hayan escuchado últimamente te hubiera gustado componerla ustedes?
Cualquiera de Tame Impala

12. ¿Qué canción que hayan incluido en un disco o interpretado en vivo no volverían a tocar? ¿Por qué?
Una canción llamada “autoestima”.  Fue una de las primeras canciones que compusimos. Lo hicimos a prisa para poder tocarla en nuestro primer concierto. No quedamos muy satisfechos con el resultado.

13. ¿Cuál es el peor disco de la última década?
Quizás no sea el peor pero todos estamos de acuerdo en que no nos gusta el  “Merriweather Post Pavilion “ de Animal Collective

14. ¿Qué libro los hace sonreír?
Neuromancer de William Gibson

15. Si sufrimos un ataque de Godzilla y tienen la oportunidad de salvar de sus garras a una banda o músico, ¿a quién salvarían?
A  John Williams

16. Si después de muertos vuelven convertidos en zombies ¿a quién morderían primero?
Iríamos a la Moncloa (sede de la presidencia del gobierno de España) y morderíamos a todos. No cambiaría su forma de actuar antes o después de la mordida.

17. En tu último disco ¿encontraste la forma justa de expresar lo que querías?
No, es imposible plasmar exactamente lo que sientes, pero cada vez nos vamos acercando más.

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Tótem y Tabú

Mi Amigo Invencible atenta contra la solemnidad del mal etiquedado “indie”. La Nostalgia Soundsystem, álbum conceptual que retrata una catarsis melancólica y su reparación en un nuevo equilibrio espiritual.

Por Joel Vargas

La Nostalgia Soundsystem (2013) cover art


I

La Nostalgia Soundsystem es el oxigeno que pedían nuestros pulmones, la leña para prender nuestras fogatas, el agua para saciar nuestra sed, el disco que necesitábamos. Una ópera rock. Comprendemos su desarrollo, su coherencia, las interrelaciones que hay entre las canciones cuando la pensamos como un todo. La obra crece cada vez más, y la extendemos con mayor amplitud y claridad, hasta casi completarla en la mente. Una obra, un disco, un concepto: la nostalgia.

II

El arte de tapa, ilustrada por Federico Calandria, remite a un mundo dominado por los animales, el que soñó el ejército de los 12 monos. Madre natura: ama y señora.  Los recuerdos del buen salvaje, del hombre, están en los restos de los edificios, autos y calles. Ecos de una civilización perdida.

III

En este álbum no encontramos noise emulo de Sonic Youth ni guitarras deudoras de Pavement o arreglos calcados de los Strokes. Mi Amigo Invencible es la superación del mal etiquetado “indie”, un atentado a lo establecido. O como cantan ellos en “Descanso sobre ruinas”: “ya estamos acá, es nuestro el lugar/bailemos al viento/me aburre lo definitivo/está solemnidad no da para más.” La apuesta de los mendocinos es arriesgarse, jugar con los géneros, expropiar diferentes texturas hasta explotarlas, estirar las melodías como chicle, armar un cúmulo de voces precisas y revisitar la psicodelia.

IV

Los animales, sus sonidos, se van mezclando con la música. Funcionan como un hilo conductor. Son tótems, guías espirituales. El pájaro, símbolo de la expansión, es el que marca la evolución del concepto del LP, una catarsis melancólica y su posterior reparación en  un nuevo equilibrio. Empieza con el reconocimiento de la pérdida del camino (“Alas baten en el cielo”), continua con la transformación en un ser alado para tratar de llegar bien alto (“Los Pajaros”), sigue con una lucha encarnizada contra todos los males de este mundo (“Todo Gira”, “Más Desorden”, “Me cuide tanto”) hasta llegar a la mimesis completa (“Planear Alto”) para poder renacer (“Saltó del nido”) siempre al lado del fuego.


Linkoteca: Lino Divas Mag #2



[Sobre el autor]

Lino Divas (1981) vive y trabaja en Buenos Aires. Exhibe sus trabajos tanto individual como colectivamente en museos; galerías de arte contemporáneo,  espacios independientes de Argentina, Chile, México, España y EEUU y en numerosos medios virtuales.  Convencido de  las potencialidades del trabajo colaborativo en red, participa e interactúa con numerosos proyectos autónomos de artes visuales.

Desde el 2005 forma parte de la prestigiosa F.D.A.C.M.A. (Fundación para la difusión del Arte Contemporáneo en el Mercosur y Alrededores), la cual desarrolla numerosos proyectos en pos de la circulación, visibilización y legitimación de bienes simbólicos en el cono sur.

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La tradición rebelde: Big Bang, de Enrique Decarli

por Cristian Franco

Hay libros que en ciertos momentos me generan una mezcla de asombro y vértigo y angustia y miedo. Es una sensación que punza apenas un segundo, pero deja residuos porfiados. Algo parecido a lo que sentiríamos si de repente despertáramos y estuviéramos, sin tener la más mínima idea de cómo llegamos hasta ahí, justo en el punto más alto de una montaña rusa. Algo así, pero muy microscópico. A veces no me deja seguir leyendo: tengo que abandonar la página, mirar un rato por la ventanilla del colectivo, pensar en cualquier cosa hasta animarme al próximo párrafo. No tengo una explicación. Simplemente sucede. A eso le dicen “experiencia intransferible”.

En apenas 103 páginas, Big Bang, de Enrique Decarli, me suministró varias dosis de esos momentos. Sus cuentos son pequeños y precisos: minúsculas bombas quirúrgicas. Pasar de un cuento a otro es como transcurrir entre dimensiones paralelas, regidas cada una por sus propias leyes pero todas firmemente ligadas por el hilo inquietante de la ficción. Hay blasfemias socarronas (“Aranjuez”), hay parábolas kafkianas (“A través de un vidrio esfumado”, “Apuntes sobre el Mercado”), hay confesiones agrias y escépticas (“Dana”).

Después de leer Big Bang, sería muy fácil encasillar, etiquetar, sentenciar a Decarli: cultiva el género “cuento fantástico”. Aunque no creo que a él le moleste demasiado ese reduccionismo arbitrario (que lo integren a uno al clan de Borges y Cortázar no puede ser un deshonor para nadie), cuentos como “Descarrilar” (mínima, cruel, exacta historia de amor y desilusión), o “Dana”, son claros ejemplos de que su oficio no es meramente medrar en un género, sino construir narraciones donde la incertidumbre es ama y señora.

Si en aquel frecuentado apólogo o alegoría o chiste de Chuang Tzu y la mariposa el problema era quién es el soñador y quién el soñado, en los tres cuentos centrales de Big Bang (“FundaciónArte”, “Fiebre” y “Big Bang”) el problema es hasta dónde llega el sueño, cuáles son los límites de ese territorio impreciso. Porque Decarli tiene una extraña y envidiable habilidad: sabe escribir sueños; es decir, sabe crear ficciones que tienen la misma estructura caprichosa, fascinante y despiadada de los sueños (más todavía: es delicioso cómo en “Fiebre” engarza con maestría un sueño dentro de otro sueño). Ojo, no es que se afane en la ínfima tarea de “contarnos un sueño” (o peor —dios nos libre— “sus sueños”), sino que utiliza la forma perturbadora de los sueños para que sus cuentos sean más eficaces y más terribles y más reales.

Casi todos narrados en primera persona, hay también en todos un trasfondo que huele a estupor, a desilusión, a ironía y extrañeza frente a eso que llamamos realidad. Sin embargo, cada historia es única y está contada con una voz que es diferente cada vez (una voz que narra es ante todo una forma particular del miedo, del deseo, de la perplejidad). Por eso, porque son tan reales, tan convincentes esas voces que cuentan, es que el punto final de cada una de sus historias (ese insignificante signito tipográfico) es más bien el borde de un precipicio irresistible. Ignoramos qué hay en el fondo —ignoramos si hay un fondo— pero intuimos que ese punto final es una invitación al salto.


Cuenta la leyenda que antes de que ese implacable fuego hecho de neoliberalismo, posmodernidad y redes sociales prácticamente los extinguiera de la faz de la literatura, existía un extraño animal llamado “escritor”. Big Bang es la evidencia (como una huella pérdida en un bosque incendiado) de que todavía hay algunos ejemplares de ese animal mitológico dando vueltas por ahí. Es estos tiempos en que prolifera un vanguardismo apresurado, enclenque y pueril, da placer encontrarse con libros que vuelven a demostrar que hay una hermosa tradición que resiste: el cuento bien escrito.