No se que habrá
ni que había.
Algo mucho más intacto,
menos distante.
Y lo que si sé
es que todavía faltan
unos doce mil años
para llegar a estar
seguro de algo.
Y la palabra absoluta,
que no se piensa,
que si se dice,
que se materializa,
es una sombra más
que me da miedo.
Y la clave
en clave
bajo "n" llaves
no dirá mucho,
no dirá nada.
Hablando de revolución,
sin saber que es,
que ser
o qué podemos lamentar.
Así de injusto.
Así de placentero.
Y esto esta más lejos
que el patio de nuestra infancia...
…y tal vez ahí me quede
esperando una respuesta…
…sin darle demasiada importancia.
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