menucito

La otra noche

Estaba tan borracha...
que me invité a tu cama.
No dijiste que no y, diligente, me diste una remera para que use de piyama.
Te dije que era muy corta, que se me iba a ver todo y te gustó la idea.

Entraste cuando me estaba cambiando y, a pesar de todo lo que estaba por pasar, nos dio vergüenza.

Vos, tan complaciente.
Yo, tan dispuesta.

No pude seguirte.
Estaba viajando.
Era demasiada información para mi cabeza y vos
te encargaste de que también lo sea para mis sentidos.

Yo me escondía dentro de mi cuerpo.
Vos me buscabas en cada rincón.

Yo huía.
Y vos te esmerabas en que me quede ahí.

El Lapacho

Yo quería un lapacho rosado como el de los vecinos.
En ese entonces no sabía el nombre
pero sabía que las flores eran lilas.
Lilas como las bombachas que compraba mamá.


Lo veo desde mi ventana.
Todo parece tan claro,
tan simple.
Sin embargo yo,
quiero un lapacho rosado
con flores lilas.
Como el de mis vecinos.
Ellos tampoco notan la diferencia.


Papá compró un naranjo.
Dijo que el lapacho rosado llenaría la pileta
de hojas y flores.
(Lilas papá, flores lilas)


Mi reflejo tiembla,
es impreciso.
¿Seré yo?
¿O es el viento?


A veces no me siento bien.
Soy sensible a las miradas que escarchan.
como el lapacho.
¿El también sufrirá por amor?


Papá plantó el naranjo
y a mi me dió igual.
Está al lado de mi cuarto
creciendo,
tapando mi ventana con flores rosadas.
(lilas papá, son lilas…)


Estoy tan sola…
Mi tristeza de lapacho lila no me deja pensar.
Voy a cerrar los ojos…
Respirar hondo…


(lilas, las flores son lilas…)


Dicen que mi tío se escondió, escapando.
Estoy segura que desde ese agujerito podía ver las flores.
Estoy segura que desde ese agujerito él también las veía lilas
y pintaba en la oscuridad,
la de los demás.
Quizás por eso lo mataron.


¿Me tendré que esconder yo también?
Hoy no tengo ganas
Hace calor.


Acá afuera
te extraño un poco menos.

EL SUEÑO DE LA MUSA

Muñeca fetal
Escorpión

Verde y oscura

Vas hacia adentro
Urdiendo las palabras

Pensativa

Chupando las letras
Hasta acabar con su sonido

Muñeca de la noche
Con los ojos abiertos de preguntas

Las piernas del silencio caminan
Por la calle

Veneno inyectado del verbo
No hay antídoto para el decir

Solo un sujeto
Tácito de soledad

Muchas noches dentadas
Y muchos días pasados de cocción

Cruzando el tiempo
Limpiando los ambientes del alma

Mañana ya va llegar
de nuevo la luz
Quedate tranquila
Y dormí el sueño
De las musas

Poesías de Carolina Villa

Desde abajo





Oigo entrar en mi cuerpo plano

Una duda

Se parece a tu sonido

O a tu forma

Me llena el espacio

Me infla de volumen

Respiro

Soy goma espuma

Me hincho

Se parece a lo que no descansa

Vuelve a dormir

En un suspiro revelador

De sueños húmedos

Me pierdo en la cocina de mi mente

Donde los objetos son oscuros

Se retuercen en ese espacio curvo

Y vuelvo a mirar

Desde otro punto del planeta

Este cuerpo uniforme

Que se va llenando

Lento

Muy lento

Hasta agotar su tiempo

Me miro

No soy otra

Que la que vine a buscar





Pozo ciego





Te vi entre sueños esa noche

Y no te pude contestar

Quien quiere irse de este mundo?

Apenas puedo ver el fondo



Ciega me quedé junto a tu ventana

no cae la luz en círculos

no se derrama por el piso

oigo alfileres entrando en el piso

son cuerpos frios

rigidos

inabarcables

un cuerpo que entra en el suelo

un cadáver mas

de esta noción

de esta pregunta

que no deja de atormentarme

quien quiere irse de este mundo?





www.bocadetormentapoesia.blogspot.com
Había que empezar a morirse

para entender cuan grande era la apuesta.

Dirimiendo entre salvedades

y la eterna contradicción.

Aunque ahí tengo las lágrimas

guardadas en un frasquito

para que las analicen

los filósofos de esto.

Luego desató los nudos con un tenedor,

cantó una canción de los 60

para terminar rezando en una

talabartería.

Comprendí décadas mas tarde

que un abrazo nunca es injusto.

Y así me han educado

para no comprender lo vivido,

sin embargo pude sentir

que no puedo ser protagonista

de sus sueños

sin correr ciertos riesgos necesarios.



A Valle.

Entre tus cosas

Quiero entrar en tus cosas…
y buscar en tu libro de secretos del mar,
darle cuerda a tus juguetes y verlos funcionar…


Within White Art Print

by Michael Shapcott

A través de la ventana suele mirar al sur, en esa dirección el viento sopla combando de una manera única, pero reiterada, las ramas de su paraíso. Podría decirse que conoce la trayectoria del viento en invierno, por la tarde, en esa parte del planeta, ahí en el patio inocuo de su casa. También podríamos señalar que envejeció de golpe, a los treinta, después de haber vivido reiteradas veces, dejo atrás la intensidad de los primeros años.
Entre sus piernas habita todo lo que no hay, lo que falta, lo despoblado. Pero aun así, se animo a jugar el juego perverso del amor.
Enamorada de miniaturas, minimisimos cuerpos de escaso volumen y densidad, formitas de del piel suave, habitantes de rectángulos de a penas dos centímetros. Caballos, soldados, muñecas pelirrojas, duendes, osos azules, todas miniaturas que no podrán crecer nunca y mucho menos usar sus piecitos para alejarse de ella.
Le serán fiel, hasta que cumplan su destino: perderse en la inmensidad de su casa.
No podrán resistir a tanto espacio hueco. La relación entre ellos y la inmensidad de la casa seria algo así como la de un vaso de agua en una tormenta. No, más bien como un vaso de agua en el océano.
Al principio, ella solía amarlos de manera prolija, utilizaba palabras tiernas, versos repletos de adjetivos carnosos y verbos frenéticos, hasta que la vencía el deseo. Las notitas de amor quedaban olvidadas por ahí. Y ella corría a incrustarlos en sus labios, les daba pequeños besos, tibios, apenas húmedos. En la jerga de los besos serian unos piquitos perfectos, llenos del erotismo y el vértigo de los primeros besos.
Luego los hacia recorrer su cuerpo por caminos tersos. Con la bordes de cada miniatura hacia marquitas en sus pechos, hundía las manitos de plástico en sus pezones, era un dolor dulce que la dejaba siempre al borde algo más. Entonces los chupaba y los metía uno a uno, en sus zonas más humadas. Los cobijaba con su sexo, los sostenía en el punto justo donde su femineidad hacia pie, antes de saltar al primer orgasmo.
La estremecían esas formitas frías en su interior. Los hacia bailar con un ritmo constante, los salpicaba de todos sus jugos, los humedecía bien. Bien.
Solía sacarlos de su cuerpo con pequeñitos espasmos, como si lo estuviera dando a luz, los daba a luz. Entonces cuando ya estaban rendidos sobre su cama, los ponía frente a la ventana y miraba, todavía un poco extasiada, el brillo de sus flujos cubriéndolos y el sol, igual de lascivo, hacia visible cada vértice mojado.
Luego de esos actos, volvía a su mínima existencia, a todo lo del principio, a la ventana que da a un paisaje obvio y sus ojos repitiéndose para si, la misma fotografía y el viento perdiéndose entre las cosas, alejándolas de ella.

Alberto De Mari

La carne podrida expresa su paisaje. ¿Qué se pierde en la búsqueda de la única ventana que abre las alas para cerrar los ojos?.Piedras de corazón profundo y luz santa. Estaciones sin lengua girando alrededor de un vestido de fuego.

Conexión directa con el nervio, sangre en blanco asustada y al mismo tiempo dormida. Beso de isla sin tesoro, de gigante sin visión.

Es el capricho de un orgasmo, ceder a la lentitud del cuerpo, a unas manos firmes que abracen como un loco sabe hacerlo.

La nada convoca a los balcones desesperados, a los cantos de enfermo recién nacido. Los cantos de virginidad que rápidamente pasan a formar parte de un animal hermoso y lujurioso.

En la caída del agua, las sienes impactan débilmente, con un azar lento que hace sospechar a cualquier rió o mar. Las victimas del mar por fin rezan.”Hermosa eres y hacia la hermosura vas”, grita la oración. La vulgar ovación a ti te humilla, pequeña hormiga, princesa de la demencia de toda era. Sabes del enojo , por eso en tus fulgores nocturnos hay algo de cucaracha, de medusa. Los labios de tu ausencia como un castillo nuevo que aun no conoce la guerra ni la infinidad de espejos circundantes, que, por no escapar de tu cuello rosado, se quiebran intactos.

Graciela Vizcarra
"Heavy city"
(Acrílico S/Papel - 2010)

Alfredo Li Gotti. Una pasión cinéfila

Alfredo Li Gotti es de esas personas que felizmente existen en nuestra sociedad y que hacen de su pasión algo que trasciende la mera satisfacción personal y que se irradia solidariamente entre la gente que lo rodea. A los 85 años, mantiene viva su pasión cinéfila.


Por María Eugenia Vidal


El film muestra a otros coleccionistas, cinéfilos, críticos, y familiares, que conocen en profundidad la vida de Li Gotti, y al mismo tiempo, revelan el fascinante mundo del coleccionismo cinematográfico. Es un documental sobre el coleccionista y su devoción por el cine.

La admiración profunda del protagonista por Juan de Dios Filiberto, su paso fugaz por el mundo de la lírica y por los teatros de la calle Corrientes en la década del sesenta; el rostro de la niña que veía al asomarse durante su adolescencia por el contrafrente del edificio y a la que dedicaba sentidas canzonettas a voz en cuello, todo ello es parte del feliz anecdotario que la película desgrana sin jerarquizar y bajo cuyo tono de levedad acaso se esconde una gracia secreta: Alfredo Li Gotti. Quienes nos ofrecen sus testimonios: Fernando Martín Peña, Enrique Bouchard, el hijo de Félix Luis Giuliodori, el nieto de Li Gotti, Luciano Monteagudo; estos son coleccionistas, cinéfilos, críticos, y familiares.

Dirigida por Roberto Ángel Gómez, el filme cuenta la historia de Li Gotti, uno de los más importante coleccionistas de cine de Argentina. A los 85 años, mantiene viva su pasión cinéfila.

Todos acompañan su voz de Li Gotti que con una natural verborragia da sustancia al personaje coleccionista, apasionado del que siempre se aprende que el cine antes que nada es una cosa hecha de materialidad que hay que atesorar. Con mucho esfuerzo y sin abandonar el trabajo de toda la vida, pudo alcanzar un sueño surgido desde la voluntad de exhibir y compartir su material: tener su propia sala cinematográfica en su casa, y es en ese espacio donde proyecta gratuitamente sus películas desde hace más de 20 años.

El trabajo de Gómez va recorriendo la memoria de Alfredo Li Gotti como librado al capricho de los recuerdos. Centrado en la figura de este coleccionista argentino, el documental se sumerge en el mundo del coleccionismo cinematográfico y de la cinefilia a partir de una serie de preguntas e inquietudes que con el correr del metraje y de los testimonios de diferentes voces relacionadas con el cine encontrarán varias respuestas.

En un filme que recorre su vida y su obsesión, Li Gotti queda presentado como un hombre noble y amable, de esos coleccionistas que saben compartir los tesoros conseguidos, al punto de tener una sala propia en la que proyecta su colección para el público, en forma gratuita. "El olor de un rollo es algo único" dice mientras recuerda emocionado a su amigo Félix Giuliodori, nombre que lleva la sala en su homenaje y coleccionista de cine mudo.

Cuando el director se enteró de la existencia de Alfredo Li Gotti, aún sin conocerlo personalmente, sintió la firme voluntad de realizar una producción audiovisual. Constituyendo, una verdadera metáfora existencial, que trasciende el ámbito de la pantalla para adquirir un carácter universal, enteramente humano.


[Ficha técnica]

TITULO ORIGINAL: Alfredo Li Gotti. Una pasión cinéfila

ORIGEN: Argentina.

DIRECTOR: Roberto Ángel Gómez.

FOTOGRAFIA: Emiliano Penelas.

GUION: Roberto Ángel Gómez.

MÚSICA: Pablo Yanis.

GENERO: Documental.

DURACION: 77 Minutos

PAGINA WEB: www.unapasioncinefila.com.ar

DISTRIBUIDORA: Independiente

jaz-xoa-sol

tiempo de vino

música, paradigma

abriendose en mis poros



y te estás preguntando

si habrá un momento para bajar,

bajar con compania



si la linea

se desdibuja

y debes empezar a caminar

tomate un aire



que se flitra

desdibuja tu sombra

y un do se vuelve

y un si es un do

se vuelve

alternando esta noche

alternando sentido



y estás,

es una maravilla entendernos

o sentirnos mutuamente

sabes de la importancia de mirarte en la otra

otra-vos



de mirarte

en las piernas de tu madre

y desentendernos de todo esto

VINO, DE CIRUELA

Diosa
del fuego
ardiendo en la hoguera
de la realidad

Vino de ciruela
“Chega de saudade”

Dios bendiga
el cuerpo y alma
de esta mina

Fruta extraña
suave como una sonrisa
en la mañana

Anos dourados
de Gal y Betania
Porno for Pyros

Cuán profundo es el
océano
decía el mensaje
en una botella

Cambia el mundo
al final del arcoiris

La mascarada baila
en la noche de ronda

Y el camino de tu mirada
en la noche
vá llegando hasta el río
de la luna

Papel film

Textos de la cosecha Papel Film en Bastardillas. Experimentos filogenéticos, o algo así.




Cuadrado de los catetos
(Pi, fe en el caos)
Sentado en su bañadera, hundiéndose lento y majestuoso como Febo en el océano, el maestro Sol recuerda la anécdota de Arquímedes: la clave está en la mujer. “Tomáte un baño”. Es una cuestión de perspectiva, como si la mujer tuviese una mejor capacidad para tomar distancia del problema. Pero Arquímedes, a punto de ahogarse, mira el color del agua desalojada y razona que tal vez su mujer sólo quería por una vez acostarse junto a un cuerpo limpio.
Max Cohen no se baña hace meses y se cree más cerca de Pitágoras, aunque en realidad solo se bañó una vez, como Heráclito. Cada mil años, un matemático pone el tacto en el agua, que no por casualidad y no por capricho tiene por símbolo un triángulo con el vértice hacia abajo.

Veo gente muerta
(Sexto sentido)
Cansado de escuchar lamentos sobre padres violentos, madres ausentes y madrastras asesinas, el Dr Malcom Crowe decidió retirarse de su profesión de caza-fantasmas-neuróticos y flotó hasta el campo en busca de paz. En el camino, se le apareció más gente muerta de la que podía soportar. Acudían a él por su consejo profesional, primero un espíritu de ojitos claros que quería recuperar a su novia Demi que se había hecho lesbiana con una medium negra llamada Whoopi después de una tremenda noche de trío en la que el invisible había quedado notablemente afuera de la fiestita.
Más tarde se topó con un arcaico espectro que todavía intentaba comunicarse con su hijo homónimo. También un ectoplasma maniático llamado Gozer el Destructor quien por algún trauma misterioso odiaba los campamentos y acariciaba una miniatura del hombre de Michelín.
Cuando el Dr. Crowe creyó haberse librado de todos los aparecidos y llegó finalmente a su rancho en el campo, la visión de una mujer lo conmovió un instante y lo horrorizó inmediatamente. La fantasma rubia de rulitos estaba desesperada, porque su ángel enamorado acababa renunciar a la inmortalidad para vivir con ella cerca del lago, y a la muy estúpida se le dio por andar en bici sin manos en medio de la ruta para dar de frente contra un camión.
Todavía, mientras escucha el llanto monótono de la blonda, se lamenta de seguir creyendo en la consciencia después de la muerte, instancia sin la cual se habría ahorrado los disgustos más grandes de su vida.

De profundis
(Alien el octavo pasajero)
Después de desintegrar la mesa, el piso, el primer nivel, el subsuelo, la osamenta y el casco de la nave, la sangre que saltó del octópodo alienígena que el oficial Kane tenía adherido a su cara siguió socavando la estructura misma del relato. El monstruo siempre viene de lejos (y como vimos, lejos es profundo). Como Drácula llega de las profundidades carpatianas para atormentar la moral victoriana, o Hyde llega desde lo profundo de un doctor desdoblado, el Octavo Pasajero viene del espacio insondable para detener el latido de un manojo de terrícolas xenofílicos.
H.R. Giger sintió los pinceles derretirse en su mano como relojes de Dalí, y Ridley Scott terminó descubriendo un hueco en el fondillo de su jean. El humo es un poco verde y se evapora rápidamente.

Un juguete para niños
(Toy Story)
No es que se haya desayunado que no hay propósito para su existencia, es que ser peón de ajedrez en un tablero de damas le resulta insoportable. Quijotea ansioso su sueño de guardián espacial, pero ya es un sueño vacío, y el que se ha sentado a jugar trae dados en su mano.
Lightyear grita que deberían ser sesenta y cuatro baldosas y no un centenar y que con dados no se juega. Pero apenas alcanza a ver al homúnculo (qué Dios detrás de Dios) que tensiona el brazo hacia atrás con el dado en el puño, y lo suelta como látigo para (la Trama empieza) incrustarlo entre su ojo amoratado y su casco astronáutico.

Los rulos de Sarah Connor
(Terminator)
En los argumentos con viajes en el tiempo suelen encontrarse paradojas. Algunas más literarias, otras simplemente falaces. Sin embargo, tal vez toda falacia sea potencialmente literaria, conforme el ojo con que se lee. La mayoría de las veces, el viaje al pasado genera un bucle en el curso temporal (siempre entendido como espacio, como línea). Esto es porque nadie viaja al pasado solo para mirar, y mucho menos cuando uno es enviado a proteger a esta rubia de rulos que se supone que es la madre de nuestro líder revolucionario en el futuro. Algo me atrae de ella, no puedo decir qué es, pero es una pulsión enajenante. Ahora estoy acostado sobre su cuerpo abierto para dejar en el fondo de su útero mi pequeño aporte a la causa. Ya no sé quién me envió, ya no soy el que vino, porque será otro hijo y amigo de otro que soy y que no soy. Sea lo que sea aquello para lo que fui enviado, he desertado para quedarme entre los bucles amarillos de un tiempo que ya no volverá a fluir.

Quieres ser Pinocho
(Quieres ser John Malkovich)
Después de nueve años y medio de ser John Horatio Malkovich, el voyeurista psíquico Craig Schwartz volvió a su antiguo trabajo en el taller de Geppetto, donde se dedicó por otros nueve años más a ahuecar la testa cóncava de Pinocchio. Entre el frontal y los parietales del títere montó un loft en el que cumple su condena de por vida, junto a una rubia sin tetas y dos docenas de animalitos de granja.
Por momentos, su mirada se pierde en el espacio vacío, recordando con melancolía el escrúpulo y metodología de Malkovich para anudarse la corbata y afeitarse la cabeza, y entreconsciente, susurra el nombre de Maxine.

Loop
(Matrix)
Cada vez que Míster Anderson despierta, suena la bocina de un camión que, como dominó sonoro, despierta las voces de las demás bocinas de un embotellamiento. Parece que cada campanazo estuviera gritando ¡Despertáte! como si se tratara de un sueño dentro de un sueño dentro de otro. Míster Anderson desconoce los músculos de su abdomen porque nunca llega a sentir ese hambre con el que uno suele amanecer, aunque bien trabajados están ya que su única actividad (hace siglos quizás) es despertarse sobresaltado e incorporarse en la cama. Una y otra vez, como una serie interminable de ejercicios abdominales. Cuando cree ya estar despierto del todo, el sonido de las bocinas se vuelve líquido hasta parecer un eco proveniente de un sueño. Y no termina de acostumbrarse a ese bienestar, que ya está despertándose otra vez, como impulsado por un resorte, emergiendo a esta otra realidad en la que la bocina de un camión comienza el coro urbano.
De todas las versiones del Mesías, este era uno que quedó loopeado en ese terrible momento en que ya dejó de ser él, pero todavía no es del todo aquél.

Paradoja
(Volver al Futuro)
No seremos tan necios de pensar que el tiempo solo existe para el que monta un Delorean. Para la subjetividad de Marty, sus padres se transformaron, mágicamente en una exitosa pareja, gracias a su aporte de ochentoso cool. Pero nadie se pregunta qué fue de esos pobres mediocres y aburridos que conocimos al principio de la película. Pues bien, a ellos se los comió una ola blanca, un tzunami que venía remontando desde 30 años atrás, pulverizando todo lo que habían tocado el viajero del tiempo y su traje antiradiación. Sucede la implosión primero y la explosión después, retuerce metales y cristales, degrada las partículas y alterna protones con neutrones y electrones. Y después de ese tormentoso enroque existencial, queda el desencorvado George que porta su raqueta de tennis y pellizca el culo dulce de Lorraine.
Nada de angustia. Nadie llora a los verdaderos padres muertos.

Ya está.

Palpitation V2 Art Print

by Orlagh Murphy

Trabajo en mi computadora haciendo la misma mierda de siempre. Ella está recostada en mi cama y lee como si yo no estuviese. Le miro las piernas cada tanto y, mientras intento centrar la vista en la pantalla, me imagino mordiéndoselas.

Vuelvo a mirar y ella se ha tapado con mis sábanas. Sé que si pudiese se arrastraría por ellas con todo su cuerpo, como una serpiente enojada, provocándome, pero sabe que tengo que trabajar y respeta eso (lo cual hace que me pierda en mi imaginación mucho más).
Quiero arrancarle ese acolchado y ver sus piernas enredadas en ese vestido negro que trae puesto desde hace 3 días.

Ya está.- me muestra que ha terminado de leer su libro. Comentó sobre lo rápido que lee. Aunque en realidad, me vale verga. Quiero terminar este puto trabajo para hacer todo eso que estoy pensando y no deja que me concentre.

Cuando se agacha a guardar su libro en el cajón, le miro el escote. ¡Qué increíble! Son las mejores que he visto en mi vida.
Ella me sonríe y me pide un beso que yo le doy.
Nuestros besos nunca quedan en sólo besos. Leo sus intenciones y dejo que lleve mi mano hasta su entrepierna. La toco, se moja. No puedo distraerme, tengo que terminar este trabajo para hoy.
Vuelve a acostarse en mi cama y a taparse con mis sábanas. Saca otro libro de su bolsa, lee dos páginas y comienza a tocarse.
Ya no quiero mirarla. Tengo que trabajar.
Ella, tímida, me pregunta -¿Te molesta que me toque?
Obvio no.- le contesto sin pensar demasiado en esa pregunta que intenta llevarme a la cama.
Ella casi ni se mueve, pero su respiración me cuenta todo.
Comienza a reír y, con esa falsa inocencia, me pide ayuda. ¿Cómo negársela?

Suena mi teléfono. Es Enrique. Pinche Enrique. Tengo que bajar a devolverle unas cosas. Ella ríe.
En las escaleras, sólo pienso en su cuerpo, en sus piernas, en su escote, en todo eso que no me deja en paz.

Decido finalmente posponer el trabajo y hacer todo lo que ella quiera. Por lo menos una vez, por lo menos hasta ver su cara y sentir las contracciones de todos sus músculos.
Le doy las cosas a Enrique y subo casi corriendo.
Abro la puerta y me encuentro con ella desparramada en mi cama. Me mira y sonríe. Sus mejillas están rojas y su respiración acelerada.
Se para, ríe y me dice -Ya está-. Pasa por al lado mío, me besa y entra al baño.
Mejor, vuelvo a trabajar.

Microrelato: Maria Paz Moltedo

por Maria Paz Moltedo

Betty's Diamond Quilt Art Print

by Rachel Caldwell

Globología


Se sube a una máquina que avanza galopantemente, y sofoca el sol que una luz amarillenta intenta mantener viva. Espera a que esa llama se inflame y corretee por encima de todo eso que no es lo que quiere ser. De repente, una imagen de ruidos, de fideos de cabellos de angel de una noche de domingo se eleva sobre el humo del plato y deja todo muy quieto, pero con punzadas mentales inquietantes. Un cúmulo de burbujas se reproducen entre las neuronas y llevan a verlas como globos. Quiere agarrarse de todos ellos para sobrevolar esta helada blanca. Va a pasar, va a encontrar otra forma de aliviarse. Encontrará el alivio en globos que desinflen lo que ahora ahoga. Espero poder prestarle alguno de los que busca.



Ríos y perfumes vencidos por el tiempo de la espera, que atropella la paciencia en una esquina húmeda y resplandeciente. Tiempo atrás, parecía abrir puertas a lo más dulce de un panal, y de repente volvió dando una vuelta, que bajó a ese Dios de su muy cultivado Olimpo, para terminar arremangándose los pantalones y mostrando las raíces de una planta que no quería nacer, pero no tuvo otra opción que erigirse porfiadamente entre los escombros de la colmena.


Miel de oso amarillo


Se presentó sobre el horizonte, un crisol de rayas y flores que bañan de a poco todo el aire. Una puerta se abrió y el espíritu nuevo se desplomó sobre lo viejo, con sabor reciclado. Papilas gustativas que intentan discernir entre lo que existe y lo que ya no es; se llenan de miel de osos amarillos, hasta que un sabor ácido a Fizz las invade y las ciega.




Las venas se empañan con un río de barro escandaloso, y en el terremoto de humedad reseca, se encripta un lenguaje que no se puede percibir con el cuerpo, y a la mente llegan estímulos aturdidos con sonidos inauditos de juguetes de nenes. Un reproductor de ruidos de animales de granja insiste, incesante, con una especie de reclamo de repiqueteo de sonajeros. Ahí, adentro de cada gota, la pregunta está envuelta, y no sabe si deslizarse por el tobogán, y embarrarse un poco más, o salir a la superficie, haciendo sonar miles de vientos, que la impulsen a alcanzar una sortija. Y cuando la alcance, qué?.




Y qué pasaría si en lugar de tomar el aire tomáramos burbujas, que exploten en nuestros pulmones disipando el ritmo constante y envolviendo cada globo rojo con una fina película magistral. Burbujas llenas de qué? De eso que estaba por decir, pero de repente se quedó suspendido en un viaje por cuerdas de alambre, que se ablandan en cuanto un aluvión de papilas gustativas giran en la Samba de la lengua, coordinadora del sonido de un teclado no armónico, que se abre gigante, para atrapar y dejar retenida a una parva de burbujeantes elementos, que por alguna razón u otra, prefieren volver a dormir en su cavidad pulmonar.



[más sobre la autora]

Blog: Manaconda

[contacto]
 manaconda6@hotmail.com

PINTALABIOS

Pintalabios lo digo para ti
Son dos cosas las que voy a decir

Pintalabios de que color querés?
Que juguemos de nuevo otra vez

Pintalabios flores en el jardín
Aunque llames el ya no va venir

Pintalabios a vos y para mí
Son palabras, juegos por descubrir

Y en el cielo
Del amor
Vas jugando con color

Una luz
Te despertó
Y en la noche
Te alumbró

Pintalabios lo digo para ti
Son dos cosas las que voy a decir

Pintalabios de que color querés?
Que juguemos de nuevo otra vez

Pintalabios flores en el jardín
Aunque llames el ya no va venir

Pintalabios a vos y para mí
Son palabras, juegos por descubrir

Una cosa de nuevo por decir
Otra cosa y vamos a descubrir

Un labio pintado carmesí
Una ráfaga de viento y un fakir

Pintalabios también de la naríz
Pintajuegos pintando el porvenir

Yo solo sonrío para ti
Esta cosa me hace tan feliz

Copyleft is right: Entrevistamos a Seba Linux de Uf Caruf!

Uno de los integrantes del sello discográfico independiente y virtual platense nos cuenta su experiencia en la difusión de música libre.



por Nadia Sol Caramella



Uf Caruf! nace entre el año 2008 y 2009, los músicos que integran este sello independiente se conocieron compartiendo fechas, la mayoría son cantautores y compositores prolíficos.


El sello reune a Seba Linux, Miro y su Fabulosa Orquesta de Juguete, Pablo Matías Vidal, Pebedas, Orquesta de Perros, Primer Hombre Internacional, Lautaro Barceló, Laura Citarella, Gonzalo Carovillano, Juan Artero, Seba Coronel y La Teoría del Caos. Los logos e ilustraciones corren por mano de Restbergs y también, como invitado, Gabi Rubi. La fotógrafa Flordg también fue parte en un comienzo, pero ya no, aunque colabora con algunos de ellos. Todos reunidos bajo una misma consigna: difundir libremente sus creaciones sin intermediarios, cara a cara con el público.


Nos pareció interesante encontrarnos con gente que por otros caminos y en otros espacios, contribuye a la cultura libre, en este caso a través de la música. Hablamos de todo, hasta de lo que ocurre en nuestro país con el Canon digital, ese monstruo grande que quiere pisar fuerte (ojalá no pueda).

Esta entrevista a Seba Linux es un testimonio de la cultura que viene, si todxs contruibuimos y compartimos sin restricciones.

Escrituras Indie: Cómo nació Uf caruf?


Seba Linux: Por momentos éramos nuestro propio público, ya que nos preocupaba más componer o tocar bien o la ansiedad de la creación (muchos hemos hecho shows en que tocábamos solo las canciones que compusimos en la misma semana, por ejemplo, y algunos lo seguimos haciendo) pero no nos ocupábamos en difundir o armar un aparato mediático, y eso empezó a parecer un problema ya que teníamos las canciones y energía, pero no quién las escuche.
Era el comienzo también para muchos, y cuando tomamos conciencia de que la mayoría estaba grabando sus discos debuts o que tenia grabaciones que nunca había difundido por no saber como o por no tener plata para hacer las mil copias que exigía SADAIC, decidimos mediante mails y reuniones, armar un sello independiente con base en Internet, para editar el material y difundirlo en conjunto, con libre acceso y todo el peso que representa tener a más de 10 artistas y bandas nuevas con una propuesta distinta. Así empezamos a crecer y difundir nuestras grabaciones, sumamos los discos que no habían sido difundidos anteriormente y empezamos.

EI: Hay una estética musical que defina al sello?


SL: Al comienzo éramos todos cantautores con guitarra acústica, hacíamos ciclos en ese formato. Por austeridad económica, y también porque los lugares para tocar en banda eran pocos y había que pagar más. Pero de a poco se fueron armando bandas entre nosotros y ampliando el abanico sonoro, siempre dentro de un formato de canción simple y urgente. Ya editamos 23 discos, así que puedo decir que ahí hay folk, rock, pop, mucha poesía e influencia de los Beatles, los Redondos, Radiohead, bandas que son muy cambiantes también. Lo más normal es vernos con guitarras acústicas, cantando canciones despojadas y urgentes, tan urgentes que no tiene una intención de estilo sino de necesidad.


EI: Me interesa esta frase que está en la presentación de Uf caruf! : “Ahí estamos cara a cara, sin intermediarios, y pueden devolvernos lo que generamos con nuestro oficio.” Me gusta la definición del quehacer musical como un “oficio”, amplíame la idea…Para vos qué significa estar cara a cara con quienes te escuchan? Y, ¿qué ser un músico independiente?


SL: Los recitales los hacemos y organizamos nosotros, tocamos en lugares chicos, nos podes ver en la calle, podemos charlar después de tocar. Es natural que sea así. En algún momento se creó la idea de que los músicos tienen que estar en su camarín, o escapando de los fans, toda esa cosa del deseo y el mito que es más propio del comercio que del arte. Si bien un artista puede ser introvertido, si hace un recital es porque quiere salir y cantar, decir cosas, interactuar. Nosotros (y muchísimos otros músicos que vi), entre tema y tema, o después, comúnmente decimos “si les interesa, tengo un disco, pueden pedírmelo”.
Según un diccionario que tengo acá, “Oficio” es la ocupación habitual, función propia de alguna cosa, rezo diario... ¡la música es nuestro oficio! Las canciones son nuestros mantras, nuestra catarsis, nuestra necesidad, por eso las creamos y las ofrecemos, porque talvez nuestro proceso interno puede servir de ejemplo para el bienestar de alguien. Nuestras ideas inconscientes pueden servir a otros. Son ideas, son conocimientos, filosofías, es el humano y la vida en sí. Al decir que pueden devolvernos lo que esto les genera es justamente asumir esa construcción social de ideas y conceptos. Podes decirme que no te gustó tal canción o que tal frase te encantó o que una melodía te genera tal cosa. Eso es la cultura, la interacción.
Ser un músico independiente es saber que las ideas no tienen dueño. Vos podes elegir ser el dueño de tus ideas y ponerles su precio o dejarlas libres. Al fin y a cabo, toda idea es una construcción de muchas otras ideas anteriores que llegan a nuestra vida. Después, es una decisión moral el registraras en SADAIC o Creative Commons, o ninguna de las dos. Nuestra moral es de cultura libre.

EI: Cómo entraron en contacto con la cultura copyleft?


SL: Por mi parte, como soy de clase baja, desde muy chico mi única forma de manejarme fue sacando fotocopias para la escuela, escuchando radio y grabando lo que me gustaba en casette, Comprar un CD era un lujo, y cada vez que podía tenerlos leía los libritos hasta el último detalle. Siempre me llamó la atención donde dice “prohibido reproducir, préstamo, ejecución pública...” ¿para qué quiero un disco si no es para escucharlo? ¿Por qué no puedo prestarlo si es mío? ¿Por qué me prohíben escucharlo públicamente? ¿Tengo que escucharlo escondido, con auriculares, sin que nadie se entere? En base a eso me quedé pensando y cuando empecé a componer me parecía cada vez más ilógico el copyright como algo propio de la cultura. Cuando descubrí Internet vi todo ese nicho de ideas que se comparten libremente y lo adopté como un sistema propio, subiendo mis textos y música desinteresadamente, y leyendo sobre lo que implicaba esa nueva tecnología.
Al juntarnos con los chicos de Ufca vimos nuestra propia creación constante y nos dimos cuenta de que encajaba con la idea de copyleft y Creative commons. De repente estábamos viendo como muchos centros culturales donde tocábamos cerraban por problemas con la ley o económicos y eso también nos tocaba a nosotros, así que a la hora de definirnos como unidad vimos en copyleft lo más cercano a lo que somos: no nos interesa lucrar ni poner mil trabas antes de que alguien escuche nuestra voz, al contrario, queremos compartir y que nuestras grabaciones recorran el mundo en manos de gente que las disfrute. Que la cultura se abra y la gente salga a la calle y venga a ver nuestros shows, pague la entrada y compre los discos físicos en mano, sabiendo que ese dinero llega a nosotros directamente y así continuar creciendo.

EI: Lograron consolidar algún sistema de distribución para su material físico? cómo los benefician las nuevas tecnologías?


SL: Sucede que hasta ahora, nuestros lanzamientos físicos tienen una tirada muy baja como para necesitar ser organizada. Mi disco lleva 200 copias y las fabrico a mano, las vendo en los shows. Los discos de la Orquesta de Perros y Miro también llevan esa cantidad. Fabricar un disco en forma “industrial” es muy caro actualmente y SADAIC tiene el monopolio: si no estás inscripto con su sistema, sos ilegal y no te dejan hacer las copias, por más que expliques que es Creative Commons. Y con el precio de registrar todo en derechos de autor (que ya dije, es lo opuesto a nuestra ideología) y luego fabricar mil discos, por ejemplo, con todo lo que eso cuesta, nosotros grabaríamos fácil otros 5 discos cada uno.
Sabemos que esa forma tecnológica ya no es rentable y las nuevas tecnologías están a nuestro favor, de quienes hacemos arte y no productos de mercado. Los 23 discos del sello se pueden descargar, hay muchos videos donde se nos puede escuchar, muchos demos dando vueltas también, las letras de las canciones, todo está en Internet porque es gratis, tanto para nosotros al subirlo como para quien lo quiera escuchar. Incluso, por ejemplo, Lautaro Barceló fue capaz de hacer el Proyecto Lupacchiotto, que consistió en componer, grabar y subir a Internet una canción por día. Resistió 2 meses seguidos, más de 50 canciones. También, el último disco de Pebedas (Los Chicos) fue grabado en forma casera, sin embargo suena a estudio. Un ejemplo más de la tecnología nutriendo al arte.


EI: Qué opinan del Canon digital que quieren implementar en Argentina, la UMI estaría de acuerdo, están al tanto de esto? Qué se les ocurre como músicos independientes?


SL: Si bien algunos músicos del sello no están informados del todo, somos muchos quienes sabemos que el Canon nos perjudica en todas estas ventajas que mencioné en la respuesta anterior. Somos músicos de clase baja y hacemos arte, no vemos a las canciones como esa cosa chatarra de la industria comercial, sino como momentos poéticos y emotivos. Entonces, que se pongan trabas a que esa creación natural que se da, es algo negativo. Hay fuerzas de mercado que están acostumbradas a tener grandes ingresos. Pero también hay muchísimos artistas que tiene que luchar mucho para comprarse una guitarra o pagar salas de ensayo u horas de estudio, fabricar discos, todo en si ya es muy caro y la gente de clase baja queda afuera. El canon aumentaría esa diferencia. En Uf Caruf!, al hacer lo que hacemos, demostramos que hay alternativas. Tampoco queremos que el músico que quiera hacer productos de comercio deje de hacerlo, sino que esa no sea la única opción.

EI: Si alguien quiere grabar con ustedes o bajo su sello como puede hacer?


SL: El sello no ofrece ningún servicio más que esa energía común del comienzo: 15, 20 tipos creando y viendo el arte de una forma particular. Muchísima gente nos ha escrito para sumarse y a todos les dijimos lo mismo: vengan a los shows, charlamos, si hay onda nos juntamos a comer una pizza, armamos fechas, tocamos juntos. Lo que nosotros hacemos, lo pueden hacer ustedes mismos. Llevamos casi 2 años construyendo esa idea y hubo varios a quienes quisimos sumar pero ya desde antes se veía que no era tanta la afinidad. Pero yendo de a poco, con cada uno, podemos hacer muchísimas cosas. Así comenzó todo y así podemos seguir.

EI: Próximos proyectos…


SL: El último mes lanzamos digitalmente un nuevo disco de Lautaro Barceló (“Por si me muero mañana”), un simple de Gonzalo Carovillano (“Locura urbana”), un EP en vivo + rarezas de Miro y su Fabulosa Orquesta de Juguete llamado “El Mister el ejercito del dolor”, también el nuevo disco de Pablo Matías Vidal, que pronto tendrá edición física: “Verano”. Y el nuevo disco de Pebedas, “Los chicos”.
Primer Hombre Internacional tiene en mano las copias de su nuevo disco “Soluciones”, que en principio no estará en Internet. También están listas las canciones que algunos de nuestros músicos sumarán al compilado del bar Pura Vida, que saldrá oficialmente a fin de año, y algunos videos también están siendo terminados.
En este momento se está mezclándo el nuevo disco de Orquesta de Perros, y el resto estamos haciendo grabaciones caseras que seguro terminarán en futuros discos. Alguna idea de compilar cosas nuevas de todos para celebrar el segundo aniversario del sello también se está charlando. Y todos los días hay canciones nuevas, así que hay muchas otras cosas que se van a gestar y las vamos a ir contando en Uf caruf!

EI: Una reflexión de la cultura que viene (cultura copyleft, libre, independiente, autogestiva) y del panorama musical actual.


SL: Hay un sistema establecido, que es la música como producto comercial, como ser una remera o una lancha. Mucha música o libros son producidos justamente para que quieran ser comprados, para armar un emprendimiento mercantil. Backstreet boys, Justin Beaber, Teen Angels. Hay muchas personas que no corresponden a ese sistema, pero que quieren ser parte y hacen todo lo posible para estar ahí, entre los productos que se venden.
Y hay un sistema novedoso, que surge justamente con las posibilidades tecnológicas de Internet: No es necesario tanto dinero. No es necesario dejar de ser lo que uno es para ser o para hacer arte. Por este medio, podes comunicar y nutrirte de una fuente enorme de conocimiento. Muchas cosas por las que se pagaba, ahora no es necesario y esos es increíble.
En este momento, lo ideal es que ambas ideologías dentro de la música puedan existir. Pero que una no excluya a la otra. Que quién quiera seguir vendiendo, lo haga, pero no obligue o suprima a quien no quiere hacerlo.




Como dijo Linux: “no es necesario dejar de ser lo que uno es para ser o para hacer arte”, las nuevas tecnologías usadas de manera correcta, nos permiten estar más cerca de lo que deseamos. Ufca! encontró la manera de hacernos llegar sus canciones simples y urgentes, y ¡sí que lo logró!, sin trabas ni restricciones, simplemente, construyendo: cultura libre. Un gesto digno de imitación.

Los Cumpleaños ya no son tan felices

No me importaba la demencia
Si la extrañeza de la noche

Casi ni un amigo
Y ninguna fiesta

Solo un poco de vino y jugo

Las cosas se mueven no hay duda
Así lo prueban los recuerdos

Soñé con botellas en espejos
Con los ojos abiertos

Una mujer con alas cruzó el cielo

Después se bajó en la avenida
Y tomó un taxi

Los cumpleaños
Ya no son tan felices
Graciela Vizcarra
"Pensamiento urbano"
(Mixta S/Papel - 2010)

de la relatividad y de la energia pubica

Mis pies avanzan por el pasillo

Esquivando mierda en la oscuridad

Al final está ella

me mira

Con una sonrisa clavada en su cara como un gancho

los ojos fijos,

Está inmóvil, parece una fotografía

no me perturba.



El tiempo se ha roto,

Dejamos la idea del tiempo en los bordes de la noche,

Llegué.



Ella prendió dos cigarrillos,

El terreno se acomodaba a nuestro espectáculo,

Nosotras reclinábamos las sillas disponiéndonos al falso rol:

Expectantes.



Ella estaba increíble, su piel parecía estallar,

Cada bocado de aire que entraba en mis pulmones era un bocado de ella.

Quise escribir.



Guardar su cara de gata dura, su olor a alcohol evaporado,

Mezcla a eso, a chivo y cigarro. Fuerte olor.



Me sacó el cuaderno, dijo “basta con esa basura”.

Vi caer mis poemas a la pileta

Me sentí en el agua

Fui la tinta en expansión

Sentí con violencia una puerta cerrarse.

El tiempo cambió.



En la noche espesa había sol.

Nunca lo cuestionamos

más bien permanecimos jugando a esperar.

¿Quién dará el salto?

Nos medimos, disimulamos,

sabemos disimular, como si fuésemos amigas.



Me estimuló tanto que me surgieron sentidos nuevos, pude verme desde arriba, desde el cielo vi sus rulos crecer hasta llegar a mi nariz.

El cuerpo se crispa.

Antto Pessola: política rabiosa

Te ponés a pensar y sólo vez
peronistas radicales
pacifistas y anarquistas escandalosos y rabiosos
no ves
el amor de las palabras de los poetas
no ves la alegría de esa quinceañera
la mirada de esos enamorados
el odio de esa gente marginada
no ves el atardecer del otoño
no ves nada
tu cabeza es una cajita
politizada con basura
ni siquiera pensás por vos mismo
seguís a perón porque tu papi 
te enseñó.



[ CONTACTO ]


María Chemes: Cantares de eco

El Tom Crú de Merlo


Con la mochila al hombro
Una vez lo ví en la estación

Tenía cara de buen chabón

Con la mochila al hombro
Y la música de “Dios”
Que siempre lleva en el mp3
El chabón decía
Que no hay dos sin tres

Pibe de barrio
De las plazas
Y el café

El Tom Crú de Merlo
Esperando la ocasión
Para que la suerte
Le llene el corazón

Caminando el oeste
Electricidad en los pies
Alma a la intemperie
Bajo el chaparrón

Las nubes no lo atajan
El sigue yendo a buscar

Para el chabón
Hoy ya es mañana

Tanto cascarón
Pero el carozo sigue escondido
Para el y para mí

Lo que será
Es un teclado y un mouse
O una play donde viciar

Boleto para la soledad
Que no sirve para ningún bondi

El eterno presente que nunca pasa

Va hacia el sol con los Ray Ban sónicos
Del unplugged de Soda
Génesis del viaje

Relojes marcando las horas
Agujas que pinchan las venas

Lo que sos, lo que serás
Vecino del más acá y del más allá
El Tom Crú de Merlo sueña y se vá

Laberintos donde te perdés

Vamos a bailar
Vamos a brillar
Las hojas vuelan en la plaza de Merlo
O en Ituzaingó

Desde que nació
Sabe que el viaje es duro
Ninguna sombra lo detendrá

El tren lo lleva con una canción

Una birra para ahuyentar los males
Y los amigos de amuleto contra el mal

Brillo dorado de la hierba y el dolor
El olor dulce de la pasión

Romper con la ley del destino es su destino

Sus pensamientos son como hormigas
Huyendo en la lluvia

Alegría y sonido de parlantes
Con caños bien funkeros

El solo quiere (como yo)
Unas diablas que lo hechicen
Misterios del placer a descubrir

Está dispuesto a entregar su alma
A cambio de ricas manzanitas
Pero solo pocas saben mover la boca con talento

Crucificado sin cruz, sin polvo en la naríz
Solo riega la flor

En el oeste sigue el agite
Él lo sabe
Paisano de Merlo y la pasión

Conoce las formas del dolor
Pero las transforma con Fotoshop

Nunca vende el corazón
A veces lo alquila
Porque necesita la guita

De nuevo agarra la mochila
Y vá hacia la estación
La casa, la play y su sombra lo van a extrañar

Enrique Chaparro: tecnología*

«De todo el algodón hay sólo una hebra.

La urdimbre y la trama, la púa de la lanzadera del tejedor,

la lanzadera, la textura de las telas, las zapatillas de algodón

y las madejas de hilo;

a todas se las conoce por su respectivo nombre

y todas pertenecen a su respectivo lugar.

Pero hay una sola hebra de hilado».




Bulleh Shah (1680-1758)








Estas páginas se me han hecho singularmente difíciles. El pedido de La Tribu de escribir algo para sus veinte años ha coincidido con una etapa aguda de la crisis global, y con otra de la misma índole en lo personal. Así pues, el borrador de este texto ha tenido idas y vueltas, decenas de redacciones, correcciones, supresiones. Se supone que el autor no debería comenzar un texto justificándose (aunque todo lo que escribimos es, en última instancia, para justificarnos), pero aprovecho la libertad de pluma, o más bien de tecla, que me han concedido para iniciar esta historia del modo que lo siento y no del que las convenciones generales aprueban. Coincide también, más o menos, con el 33 aniversario del golpe de estado del 24 de marzo de 1976 que para quienes somos contemporáneos de los hechos que se recuerdan tiene, por esos extraños ritos de las fechas, una carga adicional. Mi propósito era difícil y sólo vos, que estas leyendo el resultado, podrás saber si lo he logrado. ¿Cómo intentar un Zeitgeist de lo que sucede en el complejo marco de las relaciones entre nuestra sociedad humana, el conocimiento que creamos y la tecnología que producimos, en el restringido marco de un artículo para una obra colectiva? ¿Cómo hacerlo si aún no tenemos una síntesis adecuada, si no podemos observar la historia en la que estamos inmersos con las ventajas de un potencial distanciamiento en el tiempo o en el espacio?

Mi ánimo está mucho más para cartas de amor que se arrojan con botellas al mar que para un ensayo. Así que apelo a tu indulgencia, lectora, para con el tono de este texto; y si se te ocurre leerlo como una declaración de amor hacia la libertad, el autor se sentirá satisfecho




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Todas las etapas históricas han estado signadas de algún modo por la tecnología, que a fin de cuentas no es sino una expresión material de la sociedad y de la ideología imperante; pero es tal vez la etapa más reciente, desde los ‘70 hacia acá, en que esta presencia se ha hecho más evidente. Como sea que definamos la tecnología, sabemos que está indisolublemente asociada con la sociedad humana. En efecto, en sentido amplio la tecnología es la relación de una sociedad con las herramientas y técnicas que crea, y las formas en que esa sociedad puede ejercer control sobre su medio ambiente. El desarrollo tecnológico implica pues abrevar en muchos campos del conocimiento: por cierto, el campo científico, pero también el matemático, el ingenieril o el histórico. Así entonces, se trata de una forma de sistematización del conocimiento, distinta de la ciencia, pero asociada con ella en múltiples formas. El conocimiento, como tal, es un producto social. Es creado en forma de pequeños agregados incrementales, y en tanto incrementa la utilidad del consumidor, resulta un bien económico. Pero conceptualmente es un bien público, en el sentido que es al mismo tiempo no-rival y no-excluible. El lector versado en economía no tendrá problemas en entender estos conceptos; pero cómo este texto no está dirigido exclusivamente a economistas, me permitirán un pequeño desvío para explicarlos.

Es posible clasificar los bienes en función de dos variables: rivalidad y excluibilidad. Cuando el consumo de un bien por un agente económico impide que el mismo bien sea consumido simultáneamente por otro agente, decimos que el bien es rival. Así, un martillo será un bien rival: sólo una persona puede utilizarlo a un tiempo. En sentido opuesto, un bien no rival es el que puede ser gozado simultáneamente por un número ilimitado de consumidores. La mayoría de los bienes no rivales son intangibles. Por otro lado, llamamos excluible a un bien cuando es posible evitar que las personas que no han pagado por él obtengan sus beneficios. Algunos pocos bienes son naturalmente excluibles, pero en general la exclusión implica la necesidad de establecer distintas formas de coerción (por ejemplo, la amenaza de sanción penal para quien se apodere de un bien ajeno). Los bienes que son simultáneamente rivales y excluibles se llaman privados; su opuesto son los bienes públicos. En medio hay bienes que son rivales pero no excluibles, a los que en general se llama bienes comunes (el ejemplo clásico es la pesca en aguas internacionales: nadie está excluido de pescar, pero en medida que la pesca excede la tasa de reproducción de los cardúmenes, los peces se tornan cada vez más escasos), y bienes que no son rivales pero son excluibles, llamados usualmente bienes de club, bienes colectivos o bienes artificialmente escasos; el ejemplo clásico es la televisión por cable.

Hecha esta breve digresión, volvamos al hilo. En los últimos treinta años, desde la aparición de enormes excedentes de capital financiero como consecuencia de la crisis del petróleo de 1973, y la sucesiva multiplicación de estos excedentes a través de crisis de ciclo corto y largo, ha habido una constante puja por la conversión de estos bienes públicos del conocimiento en bienes excluibles. Una explicación probable de este fenómeno es que no había más bienes materiales que apropiar (es decir, trasferir del dominio público al privado) sin un enorme costo de confrontación.

No es, ni mucho menos, que no haya habido en esta etapa disputas feroces por la apropiación de bienes materiales; se han visto, claro, tanto en los planos de las guerras entre corporaciones, poco sangrientas a los ojos del público, como en las guerras de «baja intensidad» que han cubierto buena parte del planeta, de Iraq a los Balcanes y de Sierra Leona a Afganistán. Aquí, lector, probablemente harás un alto, te rascarás la cabeza y te dirás: «Iraq, petróleo. Está claro. ¿Pero qué tiene que ver en esto un país paupérrimo como Afganistán?». La respuesta es múltiple, pero déjenme sintetizar el aspecto principal (y si algún día me invitan una taza de café, discutiremos los accesorios): una plantita de aspecto inocentón, de flores lila, rosa pálido o blanco, llamada Papaver somniferum. De ella, como ustedes saben, sale el opio; de este, la morfina, y de ella la heroína. Tres cuartos de la heroína del mundo provienen de Afganistán; la producción local se multiplicó entre tres y cinco veces desde la caída del régimen talibán. Pero volviendo al punto: las disputas por bienes materiales se vuelven sangrientas y costosas. Al mismo tiempo, los capitales financieros ociosos exigen rendimientos cada vez mayores. Entonces, no queda más remedio que apropiar lo que quede de espacios comunes en territorios donde sea posible invadir más o menos pacíficamente. Pero estos espacios comunes no son ya tierras de labranza, sino elaboraciones inmateriales: conocimiento, tradiciones, arte en sus múltiples expresiones. Así pues, las últimas tres décadas han visto un arrollador avance de apropiación sobre estos bienes comunes, por vía de una serie de trampas obscenas encapsuladas bajo el nombre de «propiedad intelectual», un portmanteau que engloba cosas tan disímiles como derechos de autor y conexos, derechos de los editores (copyright), derechos de los obtentores de variedades vegetales, patentes, marcas, derechos de máscara y la lista sigue. Esto de «derechos», claro, no debe ser tomado al pie de la letra, en el sentido en que generalmente los entendemos; se trata más bien de privilegios (de privus, individual, privado y legis, ley; una ley pública en beneficio privado).

Esta transformación de lo no excluible en excluible sólo era posible por un aumento de la coerción, a través del establecimiento de un sistema de medidas más severas de amenaza de sanción. En la práctica, esto significó que especialmente a partir de la década de 1980, y con creciente intensidad, el lobby «industrial» de los (re)productores de estos bienes inmateriales presionó con éxito para extender los plazos de exclusividad del copyright, ampliar el rango y sentido de las patentes, incrementar las restricciones de uso sobre variedades de semillas. Otra forma, de ejecución más lenta, de este proceso de apropiación se manifiesta en la orientación de la ciencia aplicada, es decir, en el terreno de las inversiones en investigación y desarrollo (combinando después el resultado, en muchos casos, con el factor de coerción). Mientras que el terreno del simple incremento de la coerción fue el elegido en general por las corporaciones productoras debienes completamente inmateriales (música, cine, software), otros sectores como la industria farmacéutica y la agrobioquímica escogieron el camino de la investigación orientada y la restricción legal posterior. Como resultado de las inversiones en biotecnología, tenemos una «segunda revolución verde» (de consecuencias aun más desastrosas que la primera, pues esa al menos sirvió para solucionar algunos problemas de hambre) orientada a la agricultura extractiva con fines industriales. Organismos genéticamente modificados están siendo introducidos a mansalva en la naturaleza, como si fuera posible hacer este experimento de laboratorio a escala global sin ningún análisis consistente, sólo para satisfacer la demanda de crecientes utilidades de corporaciones como Monsanto, trastocando drásticamente los modos de producción agrícola y creando estructuras de lock-in por doquier.

La cuestión es, entonces, apropiar, transformar, difundir. Apropiar, es obvio, para pasar esos bienes al dominio privado; transformar para esterilizar cualquier antígeno que la nueva posesión pudiera tener; finalmente, difundir no sólo para obtener de ello renta (a tasas absurdas, como veremos después) sino también, como efecto colateral y deseado, para perpetuar, cristalizar, un modelo ideológico y político, para hacer ver no sólo admisible, sino hasta «buena», «progresista», «inocente» esta apropiación y las que siguieran.

...

En algún sentido, las tecnologías de información y comunicaciones surgidas (o masificadas) en la etapa tuvieron sin embargo efectos aparentemente no deseados. El más notable fue la reducción brutal del costo marginal (el costo de producir una unidad más de un bien determinado) de reproducción de la información: mientras que reproducir un texto bajo la forma impresa lleva consigo la necesidad de insumos materiales significativos (tinta, papel), una estructura industrial de imprenta, y mecanismos de distribución física para que llegue a los lectores, reproducirlo bajo la forma digital y hacerlo circular por la Internet tiene un costo microscópico en términos de energía y almacenamiento. Esta reducción del costo marginal provocó, consecuentemente, un aumento en la velocidad de circulación de la información. Digo «aparentemente» no deseados porque es indispensable tener en cuenta que ambos emergentes facilitan enormemente difundir a escala global un modelo unilateral de cultura y pensamiento. Es cierto que uno puede hoy «bajarse» de la Internet un buen disco de Qari Waheed Chishti (para los pocos que no lo sepan, unqawwal indio) pero... ¿cuántos millones de copias de discos de Avril Lavigne se bajaron al mismo tiempo?

Al reducirse el costo marginal y aumentar la velocidad de circulación, una multitud de obras protegidas por derechos de autor comenzaron a circular gratuitamente por la Internet. Miles de millones de copias (y en el mundo digital la distinción entre «original» y «copia» pierde mucho de su sentido) de contenidos audiovisuales circulan a diario a través de la red, o se transfieren de mano en mano a través de dispositivos digitales de almacenamiento. Los titulares de derechos de autor de estas obras, que raramente son los propios autores, a su vez procuran aumentar más los vectores de coerción, hasta el punto de producir transformaciones en el lenguaje: por ejemplo, han resignificado el término «piratería» para referirse a la obtención de copias ilegales de material protegido por derechos de autor o conexos. También se han intentado medidas técnicas de restricción para evitar la copia ilegal.

Ambos mecanismos de restricción han tenido poco éxito: el incremento de la coerción carece de resultado práctico porque, por sus características homeostáticas, no hay ningún sistema de administración de justicia que permita efectivamente encauzar a los distribuidores y consumidores de estos bienes ilegalmente copiados. Las medidas técnicas han sido derrotadas una tras otra, y generan además fuerte rechazo social («¿por qué no puedo copiarme este disco que compré a mi reproductor MP3 y la r%&# que los parió?»). No obstante, el lobby corporativo sigue insistiendo en el aumento de la coerción, combinando el modelo clásico de acción estatal con una creciente policialización (debería más correctamente decir «parapolicialización», pues sus ejecutores son agentes privados) de los intercambios de información. Desde luego, estas policializaciones tienen su aliado natural en los deseos de aumentar el control social (bajo la máscara «antiterrorista») por parte de «Estados» que, por supuesto, sirven a las mismas corporaciones.

Nunca en la historia como hoy las actividades y relaciones humanas han estado tan vigiladas. Tus tarjetas de crédito, tu cuenta de banco, las cosas que comprás por Internet, las cámaras en los espacios públicos y privados, el emisor RFID en la tarjeta que te permite entrar a tu trabajo, las llamadas telefónicas que hacés, las páginas web que navegás, toda esa información que al cabo de cada día de tu vida va quedando almacenada en miles de registros, permiten saber dónde estás, dónde estuviste, dónde irás, los libros que leés, el dulce de leche que te gusta, el color que creés que le gusta a la persona que amás. Control microscópico, un panóptico benthamiano perfecto.

Me dirás, tal vez frunciendo el ceño, que también hemos podido aprovechar estas tecnologías para derrotar algunos de estos embates corporativos; que hemos creado mecanismos peer to peer que hacen prácticamente indestructibles a las redes que queramos construir, que hemos podido apropiar al menos una parte significativa de estas tecnologías y usarlas para construir medios alternativos. Es cierto: hemos podido subvertir algunos aspectos de las tecnologías, en particular en el campo de los sistemas de información y comunicaciones, que nos permiten no presentarnos desarmados al campo de batalla.

Y debemos continuar subvirtiéndolas. Debemos seguir creando espacios libres, cultura libre, alternativas al modelo hegemónico, porque en eso nos va la vida. O la libertad, que al final de la cuenta es lo mismo. Pero no nos tentemos con la visión inocente de que la tecnología es neutral: será un peligroso error, cuyas consecuencias pagaremos a un costo inimaginable.

Las tecnologías, en tanto producto de un sistema económico-político hegemónico, no sólo están teñidas de ideología sino que además son vectores de ella. Permítaseme un ejemplo: el fusil de asalto Avtomat Kalashnikovaobraztsa 1947 goda. La obra de Kalashnikov puede considerarse una cumbre de la ingeniería. Ha sido empleado en innumerables conflictos armados en los últimos sesenta años. Ha sido usado para oprimir o para liberar, dependiendo del punto de vista de vencedores y vencidos. Sencillo, robusto, efectivo,el AK-47 es fácil de operar y sobre todo, fácil de reproducir, elemento fundamental para facilitar la apropiación de una tecnología. Buen ejemplo de ello es que pueden obtenerse versiones casi artesanales de fabricación local en los territorios tribales semi autónomos de Pakistán cercanos a la frontera afgana, por un costo menor a doscientos dólares estadounidenses. Sin embargo, con prescindencia de hacia dónde pueda ser apuntado y disparado, no dejará de ser un fusil de asalto: no servirá para cultivar, o para escuchar música. Este ejemplo, claro, suena trivial. Pero lo que no es trivial es que el arma en sí misma representa un conjunto de presupuestos ideológicos, desde la forma de resolver conflictos hasta múltiples doctrinas estratégicas y tácticas sobre la guerra (que, a fin de cuentas, «la infantería es la reina de las batallas»).

Y volvemos al poema de Bulleh Shah con que comenzamos esta historia. Sí, efectivamente, hay una sola hebra que conecta todos los mecanismos de sujeción/dominación. El estado de desarrollo de las relaciones de poder, como constructor de un marco ideológico, determina y perfila ciencia y tecnología. Pero, a su vez, la tecnología resultante actúa como refuerzo indispensable, como conductor y como vector del poder hegemónico. Es el amplificador de sus modos de producción y de sus pautas culturales. Es cierto que podemos subvertir algunos artificios tecnológicos, pero no podemos desprendernos de la ideología subyacente en el propio concepto del artificio.

¿Qué hacer entonces? En el plano de lo instrumental, enfrentemos la tecnología con visión crítica y razonable escepticismo (permítanme el término provisional de «agnosticismo»), no con ludismo. Descubramos que en la gran trama hay múltiples encrucijadas de convergencia entre aquellos que, desde distintos terrenos, enfrentamos alguna de las múltiples facetas de esta ofensiva por la privatización de los últimos espacios comunes, y hallaremos que hay muchos más puntos de contacto entre, digamos, los desarrolladores de software libre y los campesinos que luchan por conservar su derecho a usar y mejorar sus semillas que los que en principio podríamos suponer.

Todo lo demás es provisional. Con cada embate del poder surgen nuevas formas de resistencia. Contra los vectores de la cultura hegemónica, aparecen nuevos espacios alternativos. En oposición a nuevas formas de autoritarismo, encontramos desvíos, transparencias, contradicciones explotables. Converger respetando las diversidades, confluir respetando las experiencias de los demás, parece hoy el instrumento más adecuado. Mucho hay por hacer, y mucho puede ser hecho (aunque en razón de nuestra propia inmersión en el momento histórico resulte a veces casi imposible observar el avance). Desde seguir creando cultura libre a conservar las semillas, desde hacerle la pata ancha al modelo de monocultivo sojero a diseñar protocolos más avanzados para proteger nuestro derecho al secreto de las comunicaciones, desde combatir las intromisiones en nuestro espacio privado hasta crear relaciones de amor más libres y transparentes. Todo es resistencia: bienvenida sea.








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*Enrique Chaparro, "Tecnologia" en Revista Muerde, Fm la tribu 20 años. Buenos aires, 2009.








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Lucas Tolaba
lucas.-t@hotmail.com

Alberto De Mari

Es claro el vuelo.El origen de esta elevacion es nublado.
Parece que me atan en el aire y yo me desato con una facilidad increible.
Las voces se oyen de igual manera tanto en el aire como en la tierra.
Entre la tierra y yo, un cementerio de llaves.

La naturaleza de Georg Büchner

Woyzeck es la tercera obra de Georg Büchner. Al igual que La muerte de Danton, se inspira en un antecedente histórico, el informe forense de J.C.A. Clarus sobre un individuo que había sido condenado a muerte, y cuyo caso había despertado un acalorado debate jurídico-médico acerca de la responsabilidad del reo en un crimen.

por Maria Eugenia Vidal

Woyzeck es humilde, bondadoso, muy sumiso, no comparte la ética de la forma de vida establecida, por lo que es un marginado. Resulta un verdadero hallazgo la construcción de la atmósfera futurista que crea la puesta en escena, en donde la sociedad, más que un entramado de relaciones, aparece como una máquina social infernal, aplastante, en donde cada pieza contribuye al funcionamiento del todo.

Büchner recrea el episodio y cuenta la historia de Friedrich Woyzeck, un soldado raso que hace trabajos extras para un capitán y se entrega a los experimentos perversos de un médico, para mantener a Margarita, su amante, y al hijo ilegítimo que ha tenido con ella. El acompañamiento de la historia es un intenso trabajo en el aspecto sonoro, que incluye musicalización y una serie de intervenciones cantadas a cargo de las mujeres-coro.

La gran problemática del sometimiento a órdenes impuestas de manera tirana y predeterminada gira en torno a Friedrich Johann Woyzeck, haciéndolo pensar, inquietarse, cuestionarse aspectos que son fácilmente transferibles a los parámetros, según los cuales, se rige la vida en sociedad de hoy. Es nada más que un cuerpo que cada día habrá de pelear por lo elemental, y que cada día será humillado.

Woyzeck no busca un lugar en el mundo, no lucha contra el doctor y el capitán que lo utilizan y lo humillan diariamente, busca abrirse paso entre ellos y encontrar un camino que le permita encontrar su propia identidad. Georg Büchner logra que un paria alcance la envergadura trágica de los héroes griegos o de los reyes shakespeareanos.

Gonzalo Facundo López es el autor de esta versión sobre la explotación y la frustración del soldado Woyzeck: un ex soldado y barbero de baja clase social que, el 3 de junio de 1821, apuñaló hasta matar a la mujer con la que vivía.

La torpeza de la lengua de Woyzeck lo separa de nosotros y del mundo, como lo vuelve un extraño frente a sí mismo. Es un soldado que vive despreciado bajo las órdenes de sus superiores, una situación que lo conducirá a cometer un terrible crimen con su pareja.

Basada en la historia real de Friedrich Johann Woyzeck y considerada precursora del estilo expresionista alemán, Woyzeck trata los efectos deshumanizadores que tienen un doctor, una mujer y los militares en la vida de un joven soldado.

A mí me gustó y, como supongo que el autor y los responsables de la puesta en escena pretendían, me ha hecho pensar sobre el fondo de la historia del pobre soldado Woyzeck.


[Ficha técnico-artística]
Autoría: Georg Büchner
Adaptación: Gonzalo Facundo López
Actuan: Exequiel Abreu, Paola Cappellari, Celina Contín, Mariano Karamanian, Ariel Mele, Alejandra Mikulan, Paloma Santos, María Viau
Asistente de producción: Alejandra Mikulan
Asistencia de dirección: Victoria Casellas
Dirección general: Gonzalo Facundo López
Web: http://www.woyzeckteatro.blogspot.com

[Funciones]
DELBORDE ESPACIO TEATRAL
Chile 630
Capital Federal - Buenos Aires - Argentina
Reservas: 4300-6201
Web: http://www.delborde.com.ar
Entrada: $ 50,00 y $ 30,00 - Sábado - 23:30 hs