by Agnes-cecile |
En memoria de Luis Alberto Spinetta.
La sanación definitiva
No sé que hacer y entonces voy a la biblioteca
y agarro un libro cualquiera y lo abro en una página cualquiera
y leo: “el corazón está en su sitio y duele.”
•••
El paseo que me corresponde cada tarde
Al perro lo suelto en la plaza
y corre levantando polvareda, cartones de vino y algo de pasto.
lo veo alejarse y perderse entre los árboles
y después buscarme como loco.
Entonces: Bendito el que no mira el cielo para nada
y sí mira a quién arroja botellas a las vías del tren
y a ese otro pibe haciendo fueguito en la soledad del otoño.
•••
Un hueso nuevo
Poner la casa a oscuras un lunes después de trabajar algunas horas,
con poca guita ganada en la calle
y con un niño perdido desde la noche anterior según informa el noticiero.
Mirá, la melancolía trae un hueso nuevo para roer
y no creo que pueda con esto.
•••
El alivio
Mirando una gota de agua
me dice:” es la única manera de ver a mis hijos”.
/extracto de Amampara/
[Sobre el autor]
Gustavo Weisberger nació en marzo del 66. En 2008 publicó, a través del concurso nacional Macedonio Fernández, Sabactani y en 2011 le llegó Casamata a Cucurto y se imprimió en Eloisa Cartonera. En estos meses está terminando Coz en poesía.
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